Revista Diario
Otra dimensión
Publicado el 21 junio 2011 por Chirri
Pulso un botón y unas fauces metálicas me engullen, no es un monstruo o casi, sencillamente es un ascensor. Un interior luminoso me acoge y me transporta, no solo en vertical y hacia arriba, pues hay otras dimensiones. Primera planta. Un compañero de trabajo me recibe, le declaro mi extrañeza al verle.- Pero si tu estás de bajaY no pude decirle nada más, nos fundimos en un fuerte abrazo. – Estoy muy enfermo. – Me dice y debe ser verdad, pues observo su pelo blanco, encanecido prematuramente, a pesar de nuestros pasados desencuentros, no puedo más que emocionarme al contemplarle, ha cogido peso y eso se refleja en un rostro un poco abotargado. Me alegra mucho verte. – Me dice y seguro que es verdad.Segunda planta. En el display en vez de la cifra 2 figura 1960 algo ocurre aquí, es un maravilloso mundo en blanco y negro, pero no es un mundo plano, hay una miríada de tonos grises, me encuentro en una película del pasado siglo, posiblemente de Berlanga pues estoy en Madrid, veo a mi padre otrora con el pelo cano, se representa con su pelo azabache y ondulado, airoso con su sempiterna sonrisa, afortunadamente sin nadie que le de coba, le digo que le echo de menos y me responde que es imposible, que yo no he nacido y que él no está muerto..Tercera planta. Cualquier calle desconocida e imaginada, atravieso el barrio, observo una churrería, afortunadamente continúan enlazando los churros con un junquillo. - Es lo suyo. – me digo, ¿Para qué sirven los churros rectos como palos? Para nada. Lástima que mi mayor anhelo esté agotado, el olor de las porras me atrajo hasta aquí, pero esta vez me quedaré sin comerlas. Cuarta planta. Final del trayecto, las puertas se abren solicitas, por fin he acertado con la dimensión correcta, el lugar me es totalmente conocido, saco las llaves del bolsillo del pantalón, abro la puerta y entro en mi hogar.