Páramo

El miedo, la locura y la desesperación son sentimientos quedan desbancados ocultando la realidad.
Sobre la porcelana engarzada con rubíes y pigmentos de tono carmesí se oculta algo. Se oculta alguien.
Avanza sigilosamente entre la penumbra de la noche sin mostrar un atisbo de humanidad; no es humano. Sus lentos y meticulosos pasos le delatan, está cavando su propia tumba.
La esmaltada superficie recubre toda su cara ampliándose hasta el exterior de la nariz, dejando a la luz solo una pequeña parte visible sus ojos. Unos ojos que demuestran pavor, horror, terror e ira.
Las luces persiguen a las sombras por los senderos del oscuro páramo que se extiende hasta donde la visión alcanza. Está perdido.
- ¡Pobre inmortal que cree haber vencido lo invencible! – exclamó una voz profunda.
Eres pusilánime y lo sé, sé quién eres realmente. Tras esa engarzada máscara que aparenta mostrar impetuosidad y vigor te encuentras tú.
Se quedó taciturno y pensativo frente al enmascarado; y con una acción desafiante le arrebató el ostentoso antifaz, desvaneciéndose así el miedo y el temor.