Revista Fotografía

Pasa la banda: para la próxima, si no es mucha molestia, una Banda de Rock ¡por favor!

Publicado el 15 agosto 2011 por Arquitecturas @arquitectonico

La banda de música municipal, a mediodía, "con su tradicional pasacalles" (sic)

Si, es verano y en toda España es época de fiestas, que van alcanzando su clímax, ya no basta con la alegre charanga vestida de rojo del otro dia (ver entrada anterior en este FotoBlog) ahora hay que mandar a toda la banda municipal al “pasacalles“, ataviados con su predominio de blancos y negros a pleno mediodía, para que se achicharren ¡pobrecitos, les compadezco! yo renunciaría – será por eso que llevan “de escoba” a un policía, ¿para evitar desertores?)

He oido que en el siglo pasado estos paseos de las bandas municipales eran objeto de jolgorios,  jubilosos recibimientos a su paso, que incluían el lanzamiento de flores y serpentinas, y los suspiros de una que otra damisela (siempre hay el cuento de alguna que se fugó con algún músico, no hace falta llegar al “Ligia Elena” de Rubén Blades), pero a decir verdad no he visto que ahora les hagan mucho caso, o sean capaces de encender pasiones por mínimas que resulten. Asi que en un mundo global, multicultural y pleno de fusiòn, me atrevo a soñar con mi propia versión, updated o 2.o si al caso viene, siglo XXI para mayor especificidad, una banda que no deje a nadie indiferente, que de mucho que hablar y reavive las llamas (que digo llamas: ¡incendios colosales1 es lo que pretende la propuesta, aunar lo mejor del siglo pasado y lo que va de este)  Propongo para las fiestas la Superbanda Rockera que ante la imposibilidad de ponerle un nombre que le pueda hacer honor optaré por llamar la NoName Rock Band… la Banda Sin Nombre en nuestro idioma común.

¿Por qué someter a talentosos músicos a los rigores del calor bochornoso del mediodía? Es un total desperdicio, hace daño a tanta calidad, pensemos que la fiesta de verdad siempre es de noche.  Así que, tomad nota, el pasacalles, paseos y pasaavenidas será de ahora en más ¡a medianoche!

Y como en esta propuesta todo debe ser superlativo, nada de mandarlos a pie, pobrecitos, para una superbanda se requiere un supertransporte, pongamos por caso un Scania con plataforma (o dos o tres transportes especiales de la marca, de acuerdo a los instrumentos musicales y equipamientos) sus respectivas unidades generadoras, amplificadores, altavoces, iluminación y efectos especiales (pirotecnia incluída, a fin de cuentas es de noche y ¿qué es una fiesta nocturna sin fuegos artificiales?)  Claro que tiene que primar el buen sonido, nada de exagerar – sabremos que todo está a punto cuando al paso de la Superbanda en sus supertransportes vayan estallando los cristales de todas las ventanas… “We Will Rock You!” nunca tuvo sentido tan literal.

Ahora a lo importante, los músicos, empecemos por lo más sencillo, los teclados:  Rick Wakeman y Jean-Michel Jarré no pueden faltar a una fiesta que se precie – a este úlimo, permítanle llevar cuanto láser y dispositivo de efectos desee y de ser posible, dótenlo de algunos hologramas y media docena de robots de ultisima generación, que sabrá sacarles buen provecho – , Mike Oldfield y Kitaro en lo que les de sus santísimas ganas y muy creativas voluntades. Para las guitarras no debemos escatimar, comencemos con unas manos suaves, digamos Eric Clapton, un toque latino y psicodélico con Carlos Santana, para garantizar el espectáculo y tener un experto en astronomía por si el cielo está despejado, Brian May; y para no dejar  tan solos a este trío de monstruos, par de carismáticos adicionales,  The Edge y Slash. Los bajos no requieren mucho esfuerzo para el casting:  Tony Levin y Sting,  mientras que para la sección de metales ¿por qué complicarse la vida? viene bien la de “Earth, Wind & Fire“. La percusión la tengo muy clara, me basta con las magistrales baterías Neil Peart y Dominic Howard, claro que para asegurar un toque experimental permanente, les acompañaría Stewart Copeland.

Y si es requisito que por delante lleven un hombre de negro, mejor que sean dos histriónicos maestros de ceremonias, Ozzie Osbourne y Roger Daltrey. El rubro de policía por detrás, con tanto ego como talentos desbordados, requiere batallón de notables, que propongo integrar con Starsky & Hutch, los NYPD Blues, el Capitán Furillo y sus mejores efectivos, Marion Cobretti (a) Cobra y John McClane (de paso, que el amiguete Bruce Willis toque la armónica como el bien sabe), Mac Taylor y Horatio Caine.

Y para todos aquellos que defienden a muerte el doblaje al español, no desesperen que aqui va su alternativa castiza: encierren en una jaula repleta de teclados y sintetizadores a Nacho Cano, suban a las plataformas de los supertransportes a los Pignoise, Amaral, el Canto del Loco, los Mojinos Escozios, Barón Rojo (están de gira, ¡Si, los viejos rockeros nunca mueren!), Hombres G, La Unión, Los Secretos, Fito y sus Fitipaldis, Tequila y Celtas Cortos. Para maestros de ceremonia vestidos de negro etiqueta Miguel Ríos y Andrés Calamaro, llevando del brazo al hombre del bombín, Joaquín Sabina.  Y para policías ¿quienes mejores que los Hombres de Paco, El Comisario con lo más granado de sus mujeres y hombres, así como de paso los Hermanos y Detectives con su comisaría en pleno? Y no se olviden a Torrente, indispensable con tanto famosete involucrado.

Que mi primera alineación es la la música lo que el Real Madrid y el Barcelona fusionados al futbol actual y la segunda, españolísima, ya es la Roja de la Furia y el Tiki-Taka con el Marqués del Bosque al frente llevando de la mano a Luis Aragonés (esta última disquisición para comunicarme en términos populares, que sean comprendidos hasta en el más modesto confín rural o urbano de España) Por cierto, Concejales de Festejos y Cultura de cualesquiera Municipios y Concellos: estoy disponible previo acuerdo de honorarios respectivos, esto no es más que una simple y modesta muestra de mis conocimientos y habilidades ;-)

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