Periódicos y velas

No solamente se hunden los bancos y empresas crédito-dependientes sino que hay otros sectores a los que las cosas no les pintan bien y está crisis les acaba de dar el do de pecho. Y si no que se lo pregunten a los periódicos que están recibiendo bofetadas por todos los lados.
Para empezar, el papel ya no es tan necesario para recibir información como lo era antes. Yo hace siglos que no compro un periódico en papel y soy de los que ha llegado a estar suscrito a alguno, pero conseguir el anhelado papelajo mañanero es innecesario si internet me cuenta lo mismo.
Pero el principal adversario de los periódicos no son las nuevas tecnologías, tiene muchos más. Al problema que hemos nombrado anteriormente la solución es saltar a internet. Colgar de la red de redes una copia de lo que se hacía en el papel, lo cual es equivalente a cabalgar por una autopista. Una autopista es qualitativamente superior a una carretera en muchos aspectos pero si intentas cabalgar sobre ella no apreciarás ninguno de ellos. Es el concepto del periódico lo que ahora está en duda. Da igual que des un salto al ciberespacio, la gente está cambiando la forma en que se comunica, ya no tenemos que depender de un modelo que sigue cierta línea editorial, podemos ir leyendo de diferentes fuentes. Está cambiando la forma en que la gente accede a la información y no me refiero simplemente a leer en pantallas en vez de en papel, sino al estilo de los medios a los que acudimos. La opinión que antes encontrábamos en periódicos ahora la tenemos en blogs o en otro tipo de plataformas que escriben con mucha más libertad.
Y por último, la gratuidad. Es algo clave en internet. Si hay que pagar, no tiene futuro. Los periódicos supieron darse cuenta de eso, pero de repente se encontraron en un medio en el que no son los únicos que ofrecen espacios de anuncios, es como si de repente todo el mundo llevase un espacio para anuncios en la frente, el bolsillo del pantalón o en el cogote y cada trocito de pared de la calle estuviera empapelada de anuncios. El periódico deja de ser un lugar interesante donde anunciarte y, de hecho, pasa a ser uno de los peores pues está enfocado en un nicho demasiado amplio.
Los periódicos han sabido sobrevivir a una primera fase en internet. Su paso de gigante fue el darse cuenta de que tenían que ser gratuitos, fueron capaces de abandonar la idea de que ellos cobraban a los lectores proveniente del mundo del papel y aplicar nuevas formas de actuar. Sin embargo el cambio sigue avanzando, y mucho me parece que los siguientes cambios son incompatibles con el concepto mismo de periódico. Las cunas de la información en papel hacen todo lo posible, ahora ya puedes comentar sus noticias al más puro estilo blog... ¿será suficiente?
Los lectores digitales pretenden servir como plataforma para el nuevo periódico. Sí veo futuro en los lectores digitales para acceder a un cierto tipo de información relacionada con el entretenimiento (novelas, comics, cuentos...) pero en cuanto a la información de actualidad o ideas el cambio es demasiado profundo.
¡Sin embargo las editoriales pueden estar contentas! ¡Es un momento fantástico para irse al garete! Ahora es cuando los gobiernos han decidido que aquí no quiebra nadie, si se lo evitan a los bancos... ¡¿cuánto más estarán deseosos de hacer con los periódicos?! Podrían pedirle al gobierno que, para preservar los periódicos españoles, mantengan una subvención al sector.
Sería lo mismo que si los fabricantes de velas en el siglo 19 pidieran ayuda al gobierno por que su sector estaba en riesgo de desaparecer por la aparición del keroseno... suena a risa pero más de un sector en España vive de esta forma: si la gente no compra el producto libremente le obligaremos a hacerlo a través de sus impuestos.
Articulo relacionado (y muy interesante, gracias Jaime): El final del papel
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