Por qué la autoayuda no funciona

He notado que hay varias personas que sienten una cierta repulsión hacia las actividades y temas que pueden considerarse de ‘autoayuda’. Pienso que sabes a cuáles temas me refiero: cómo ser más feliz, cómo mejorar la autoestima, cómo motivarse, etc. Pienso que esa repulsión está justificada…

Seamos francos, esas personas y nosotros mismos hemos descubierto que mucho de lo que se dice y escribe sobre autoayuda son repeticiones de pensamientos agradables y positivos, afirmaciones sobre cuestiones no comprobadas que nuestra mente racional rechaza de primera instancia, o son metáforas o historias de otras personas cuyos hábitos no conocemos y que resulta difícil replicar. En muchos casos sentimos que los materiales de autoayuda carecen de sustancia, probablemente porque muchos caen en lo que consideramos sentido común.

Como sea, hay cosas valiosas entre aquellos materiales pero, incluso entonces, muchos encuentran pobres los resultados que se obtienen. Por eso, echemos un vistazo a las tres principales razones, sean útiles o no sus contenidos, por las cuales la autoayuda no funciona.

1. Te hace sentir inadecuado
Es común que al entrar en contacto con material de autoayuda uno se sienta inadecuado al enterarse de todas las cosas que uno podría estar haciendo, los resultados que uno podría estar teniendo, al ver que existen personas con más disciplina, creatividad, perseverancia; dinero, amigos, salud; que tienen habilidades deseables y extremadamente refinadas. De pronto aquel deseo que originalmente nos llevó a buscar un cambio se vuelve una fuente de vergüenza.

Esto es común, porque suelen presentarse siempre los resultados positivos y deseables sin comentar y detenerse demasiado en el trabajo y las posibles penas de trabajar sobre uno mismo. De hecho, hay que tener en cuenta que todo material de autoayuda es un producto de una industria que es, de hecho, muy redituable. Si piensas en eso es perfectamente normal que se nos presenten resultados tan sorprendentes, después de todo el objetivo, en parte, es generarte una necesidad al hacerte sentir algo inadecuado y que te hace falta algo que el creador del producto de autoayuda te está proveyendo.

El hecho es que nada está mal contigo. Es normal vivir en circunstancias que uno desea cambiar, es normal estar luchando, no saber qué hacer, no encontrar la motivación para iniciar. Todo esto es un proceso, es parte de ser humano tener aspectos de tu persona y tu vida que pueen ser cambiados y mejorados. El sentirte inadecuado sólo te sume en más de lo mismo, en repetirte en tu cabeza por qué no eres suficiente para tener lo que deseas.

Toma en cuenta que no es tu obligación igualar, repetir o imitar los resultados que ves en este tipo de materiales si así no lo deseas. Lo importante es que encuentres algo que funciona para ti y, si te contribuye en algo, usar lo que encuentras en algún curso o lectura. Todos estos son instrumentos que deben cobrar vida a partir de lo que quieres hacer con ellos, ellos deben ajustarse a ti, no tú a ellos. Tú tienes la respuesta, lo demás son ideas.

No te permitas sentirte inferior, ni enojarte con tu realidad como para rechazarla. En varios casos, éste no es un problema del contenido, sino un problema de aceptación de las circunstancias actuales en que estás, y también lo es de tu autoestima. Para poder trabajar con tu persona tienes que aceptar las cosas como son y actuar acordemente.

2. Se usa como recurso de aplazamiento
Uno de los grandes problemas que existen con los materiales de autoayuda es que generan la ilusión de que estamos avanzando más de lo que en verdad lo estamos haciendo. Es normal que alguien que quiere cambiar su vida se informe sobre las diferentes maneras en que puede realizar el cambio que desea y que investigue qué recursos están disponibles para alcanzar su meta, pero eso no es un sustituto de tomar acción, de esforzarse por realizar dicho cambio.

Probablemente hay casos de personas que han desarrollado una cierta adicción a los materiales de autoayuda ya que pueden ser interesantes, refrescantes, abrir horizontes, proveer de inspiración y motivación. El problema está en que una vez que nos han aportado algo, una vez que han modificado nuestro estado interno, lo que corresponde es hacer algo con esta información y con dicho estado interior para crear algo, generar un cambio, avanzar en la dirección a la que queremos ir. Si no, no terminan de cumplir su cometido. Ese pequeño estímulo es como una droga cuyos efectos no se replican en nuestro mundo porque no hacemos lo que está de nuestro lado para transformarnos.

Esto también es normal, no hay nada de malo intrínsecamente con ello, todos tenemos y sentimos la resistencia a tomar acción, todos tenemos miedo de hacer algo nuevo (en diferentes grados). El seguir leyendo autoayuda puede sentirse como un avance, pero no es un cambio hasta que hacemos algún experimento con nuestras vidas.

En fin, para crecer es necesario tomar acción, no quedarse en leer un libro o un blog, recomendarlo y comentarlo con amigos. El verdadero trabajo es personal, toma tiempo y esfuerzo. El verdadero cambio requiere que realices todas las acciones que te llevarán a vivir de una vida diferente.

3. Requieres ayuda de alguien más
Personalmente, creo que el nombre de ‘autoayuda’ no gusta a muchas personas precisamente por esta razón. La ayuda usualmente suele venir de alguien más, no de nosotros mismos. En cierto nivel este término es una contradicción, puesto que si estás en una situación que quisieras cambiar y no lo has resuelto por ti mismo en un cierto tiempo, probablemente requieres que alguien te eche una mano, que te muestre algo que no has visto, y que te genere la presión que no has podido generar por ti mismo para resolver tus problemas.

Como mencioné en el punto anterior, la autoayuda puede ser usada como un recurso para atrasar alguna acción que nos llevará adelante. En este sentido, muchas veces esa acción es buscar la ayuda de otros: ya sea un especialista de cierta rama, un círculo social nuevo, o simplemente una persona que tenga la apertura de escucharnos para ayudarnos a echar un vistazo a nuestros puntos ciegos.

En términos de motivación muchas veces tampoco somos suficientes para realizar las acciones que debemos. Por eso tener un grupo con el cual practicar alguna actividad, o al cual ofrecer nuestro trabajo, puede ser una solución. En el primer caso tendremos quiénes nos apoyen, a quién hacer preguntas y pedir consejos; mientras que en el otro dejamos de enfocarnos sólo en nosotros para crear algo más grande.

Sea como sea, piénsalo, si no has avanzado leyendo libros y blogs, escuchando cursos y programas en audio, o viendo videos de consejos, probablemente es porque requieres la fuerza que trae tener contacto con otro ser humano que está en una situación semejante a la tuya, que ya ha pasado por tus mismos desafíos, o que simplemente tiene tus mismas inquietudes. A veces no nos bastamos sólo con nosotros mismos, y está bien: los humanos crecemos más cuando interactuamos entre nosotros por una meta común.

Para terminar, déjame hacerte una invitación, un pequeño anuncio comercial…

Si te gustaría ser acompañado en el alcanzar tus metas y sueños, en el tomar acción y llevar tu vida al siguiente nivel, te invito a trabajar haciendo coaching conmigo. Concretamente puedo ayudarte a:

• Determinar y descubrir qué es lo importante para ti, cuáles son tus habilidades y recursos, qué áreas de tu vida requieren más atención.
• Tener claridad en las diferentes decisiones que tienes que tomar.
• Establecer cuáles son las estrategias adecuadas a tu persona de acuerdo al momento en el cual estás ahora en tu vida.
• Crear un compromiso en el que rindas cuentas sobre tomar las acciones que te llevarán hacia lo que quieres vivir.

Si te interesa, mándame alguna pregunta que tengas al respecto.

O si te sientes incluso más curios@, podemos tener una conversación de 30-45 minutos totalmente libre de costo donde te clarifique en qué puede ayudarte el coaching y, aunque no terminemos trabajando juntos, podemos aclarar qué tipo de trabajo personal requieres actualmente.