Revista Diario

Por qué me importa un &@$% tu currículum

Publicado el 29 enero 2013 por Alxndro @al_x_ndro

Cuando empiezo una conversación con una persona prácticamente siempre lo que oigo salir de los labios de mi interlocutor es una variante, en estos tiempos, de la siguiente pregunta:

Y tú, ¿estudias o trabajas?

Es decir: ¿qué haces, a qué te dedicas (oficialmente)?

Sé que no soy el único, sé que a todos nos sucede. Es la forma más fácil de romper el hielo. Yo lo he hecho. Y lo he pensado mucho tiempo y la verdad es que no me importa saber ‘qué haces’, al menos no como primer dato.

Por qué no me importa
No me parece fundamental el saber si eres un abogado, periodista, médico, diseñador, arquitecto, mercadólogo; me dan lo mismo tus títulos nobiliarios y tu pedigree. En realidad, el hecho de no saber qué has estudiado y en qué has hecho una carrera me hace sentirme más curioso sobre ti, ya que así no te tengo bajo ninguna categoría y siento que puedo enfocarme en cosas mucho más importantes como:

  • Qué te gusta y apasiona.
  • Qué aventuras has tenido, qué personajes has conocido.
  • Qué cosas quieres hacer en la vida, cuáles son tus sueños.
  • Qué cosas te emocionan; qué te causa miedo, por trivial que sea.

Sí, francamente no me importa tu imagen oficial ni recopilar tus datos. Esa información es usual y barata, puede salir en cualquier momento, toda la considero (hasta probar lo contrario) incidental: dónde vives, dónde estudiaste, cuántos hijos tienes, mascotas, cuántos hermanos tienes, cuánto ganas, cuánto cuesta tu renta… y así hasta la náusea.

Cuando uno se encuentra con un personaje irrepetible, al que quizá nunca más se vuelva ver, con el cual, quizá, puedo tener la conversación más importante de mi vida, pienso que no hay tiempo para frivolidades.

Que sí me importa
Entonces, volviendo a tu currículum que no me importa (y sé que ésta es una opinión y preferencia personal, sólo comparto), pienso que hay cosas más relevantes para conectar o para conseguir un trabajo (uno relevante) que la ficción y apariencia editada, decorada, y avalada por instituciones sin rostro y entes varios, que es tu currículum. Por ejemplo, digamos:

Me intriga saber qué te intriga.
Me interesa saber en qué estás interesado.
Me importa saber qué es lo que más te importa, en qué no dejas de pensar.

Para mí, ésa es tu persona.

Ahora, la principal razón por la que no se hacen estas preguntas es por el temor de tener que responderlas nosotros posteriormente. Porque, cuando preguntamos algo más fundamental, se corre el riesgo de que nuestra respuesta no sea aceptada por las masas y, aún más atemorizante, se corre el riesgo de generar un mínimo de intimidad y vulnerabilidad mutua. Ése es el aparente riesgo que hay en ser auténticos.

La necesidad del currículum
Continuemos. Un currículum es una presentación y apariencia para conseguir un puesto y sus respectivos beneficios. Y si bien es útil para determinar ciertas competencias y tu perfil estandarizado, puede dejar de lado lo que tú, personalmente, de verdad puedes hacer en esta vida más allá de cierta empresa (obviamente, a las empresas no suele importarles esto).

El currículum es tu historia profesional, me habla de lugares y escuelas que no conozco y en las que, además, no estuve contigo. No digo que no debes estudiar en escuela alguna o no trabajar para nadie, sino que lo fundamental no es dónde decidiste pasar cuatro o cinco años de tu vida, sino qué te preocupa ahora, qué has aprendido.

¿Qué pasa si esta historia te ha llevado a darte cuenta de que quieres algo diferente? Hoy. Porque no es tan importante que seas consistente durante toda la eternidad (o lo que creas que dura tu vida), sino que seas genuino y auténtico con lo que deseas y salgas del molde en el que otros y tú te tienes.

¿Qué te apasiona, qué te da miedo?
¿Quién eres tú en este momento?
¿Qué vas a decidir hoy?
¿Dejarás que la inercia te siga llevando?

Mejores preguntas
Nadie es una garantía sobre tu persona, sólo tu trabajo, entonces quiero saber en qué te interesa trabajar. Me parece fundamental aquello que voluntariamente has iniciado porque te llama, a dónde has ido porque es a donde personalmente querías ir. ¿Qué pasaría si en vez de pedir empleo, ofrecieras hacer algo que te importa? ¿Por qué trabajar o dar tu atención a alguien que pregunta nimiedades sobre ti?

Así, quizá, algunas preguntas más fundamentales que recomiendo pruebes para conocer a alguien y, por otro lado evaluar, cuán apropiado es para cierto puesto sean:

  • ¿Qué has iniciado por ti mismo?
  • ¿Qué quieres ver en el mundo?
  • ¿Sobre qué estás curioso?
  • ¿Qué te gusta?
  • ¿Cuáles son tus problemas más personales?
  • ¿En qué no dejas de pensar?

Lo demás son acotaciones.


Volver a la Portada de Logo Paperblog

Revistas