Veo la vida pasar, más muerto que vivo. A noche escuché el crepitar de la madera en la chimenea mientras me mirabas de reojo. Fingí dormir , Tiempo. Fingí soñar, Realidad.
“Puedo escribir los versos más tristes esta noche” dijo un tal Neruda, y no lo hizo ¡valiente mentiroso!
Vacila si: arroparse, acurrucarse o acongojarse. Finalmente opta por desesperarse. Su vida se deshace de él gota a gota, mientras el vaso se llena. A base de gotas de vida y gotas de esperanza que terminan derramándose por la áspera mesa de la realidad.
Un viejo cuerdo en un mundo de locos, o quizás… ¿Por qué no? Un loco en un mundo de cuerdos que ve la vida pasar desde su cama, moribundo.