Es uno de mis grandes tesoros y secretos.
Mi motor en mañanas como estas, en que daría cualquier cosa por no asomar ni una uña fuera de mi camita que tanto extraño todo el día y noche también.
Es la energía que no tengo y que emerge literalmente como ola atravesándome... en esas preciosas ocasiones en que puedo ir a disfrutar un concierto de música docta. Y en las mañanas de taco rumbo al trabajo también.No sería nada... ¡NADA! no sabría como canalizar mis emociones, mis inquietudes, mis locuras, mis furias... no podría calmarme, no podría volver a mi centro, no podría recordar sin el piano, sin los violines, sin los acordes de música electrónica que tanto disfruto. Habría perdido mi memoria espiritual y quizás hasta habría olvidado mi misión en esta vida, sin la música.Ni siquiera llegaría a trabajar, ni soñaría. Ni tendría metas en la vida.No podría ser Beethoven.(Pero seguro me habría enamorado de él. Ay Dios).PD: Alguien por favor!!! acuérdese en mi funeral y ponga este tema... el segundo movimiento...