¿Qué es la seducción?

La seducción es uno de esos temas que a todos nos llama la atención de una u otra manera. Nuestro acercamiento a ella suele ser discreto y solitario, pero creo que no hay duda de que todos nos hemos preguntado en algún momento cómo podemos ser ese tipo de persona que resulta atractiva e interesante a otros.

Porque todos deseamos queremos y buscamos ser deseados queridos y buscados.

Sabemos que debe haber una forma, hemos visto gente que tiene una cierta forma de ser, que poseen una cierta cualidad indecible que les permite fácilmente acercarse a otros, crear una relación y encantarlos. Y, en nuestra relativa y personal soledad o cuando interactuamos con alguien seductor, nos preguntamos cómo lo hacen, cómo nos fascinan y hacen pensar acerca ellos aún cuando ya han desaparecido de nuestras vidas por unos momentos o hace años ya.

¿Es su apariencia, su manera de moverse y hablar, las cosas que dicen, su mirar? ¿Dónde está ese atractivo indecible? ¿Cómo podemos ser de esa forma también? ¿Hay acaso una formula, una serie de pasos a seguir?

Quizás es posible enumerar algunos pasos de cosas por hacer y aprender, pero la verdad es que eso nos desvía de lo que la seducción realmente es. La seducción más que un proceder es una forma de ser, las acciones que tomamos siempre derivan de quienes realmente somos, surgen de nuestras motivaciones y deseos más auténticos.

Entonces para poder ser alguien seductor, la pregunta más importante que nos debemos hacer no se refiere a métodos, sino que nos trae de vuelta a la experiencia de ser las personas que somos. Por tanto, si quieres comenzar el camino de ser una persona atractiva y seductora, la pregunta que tienes que hacerte constantemente es:

¿Quién soy?

Sí, ¿quién eres? ¿Estás consciente de ello? ¿Estás en contacto con las cosas que te importan y mueven en la vida? Porque es muy probable que esas cosas, esos rasgos tuyos (al menos algunos de ellos), hayan quedado cubiertos, enterrados y ocultos entre años de condicionamientos aprendidos, experiencias negativas y varias decepciones.

Todos tenemos nuestra historia. Todos en algún momento nos hemos conformado con lo socialmente aceptado, porque tememos no pertenecer y quedar fuera; todos hemos intentado expresarnos tal como somos y hemos sido rechazados; todos hemos sufrido y perdido y tememos volver a tener experiencias semejantes. Y así, el miedo a sufrir o a volver a sufrir se come lo mejor de nosotros.

Tememos expresarnos, ser rechazados y el dolor que puede venir de ello. Nos escondemos tras apariencias, no somos completamente y dejamos que nuestras preocupaciones ocupen el momento en que nuestras interacciones con otros suceden.

Y el hecho es que no hay otra manera (a menos que lo que busques es jugar juegos y manipular a otros). Debes mostrarte como eres en el mundo. Todas las precauciones conscientes e inconscientes que tomas son las que te apartan de él; de ser atractivo, auténtico.

Entonces tu labor es encontrar el valor de expresarte consciente y auténticamente. Di lo que piensas; busca lo que en verdad te interesa; acepta lo que realmente deseas; haz lo que te llama y apasiona. Si no puedes ser como eres con tus familiares, amantes, amigos y conocidos, ¿cómo esperas ser alguien atractivo? El verdadero tú queda oculto detrás de expectativas de otros (las cuales muchas veces nadie sabe por qué las tiene).

La seducción es lo que falta en nuestras relaciones hoy en día, el ser sincero y auténtico es algo escaso en estos tiempos. Si es algo que deseas, a ti te toca reconocer tus deseos y ser libre a partir de ellos:

• Acércate a quien quieres conocer y te interesa.
• Expresa lo que te gusta y lo que quieres que suceda.
• Atrévete a crear y compartir una conexión de verdad.
• Acepta a otros como son, conócelos y compréndelos; ayúdales a ser auténticos y sinceros en sus vidas.

Recuerda: no estás aquí para convencer, competir, o complacer, sino para compartirte como eres. La seducción consiste en ser tú mismo, sin miramientos y ediciones; consiste en amarte a ti mismo y a la vida que creas.

No aceptes menos que el verdadero tú.

¿Quién eres?
¿Qué quieres?
¿A dónde vas?