Si alguna vez, ahora que soy famosa (nótese el tonito de guasa), alguien me hiciera una de esas preguntas trascendentales que se hacen en las entrevistas, y me dijera aquello de: "dime una frase que te defina", no cabe duda que yo tendría que responder al entrevistador, que no hay nada que le venga mejor a mi personalidad que esa pregunta retórica que le he puesto a esta entrada de título: quién dijo miedo. Me explico.Creo que la base principal de esta idea que me define es mi falta de paciencia. Si tengo que esperar un autobús, a los cinco minutos de espera siempre pienso que es más rápido ir andando. Si a esto le unimos la inmensa curiosidad que he tenido toda la vida por aprender cosas nuevas, ya os estoy dando a conocer los ingredientes principales de esta ensalada multicolor en la que a veces se convierte mi vida.Lo primero que hago cuando me enfrento a algo nuevo es pensar: ¿qué puede pasar si esto no sale?, porque hombre, loca, lo que se dice loca, todavía no estoy como para arriesgar dinero en un empeño. Pero como la mayoría de las veces, las aventuras en las que me meto no pasan de un desembolso inicial de unos euros o de unas horas de mi vida que de otra manera dedicaría al ocio, pues allá va "mariquita la primera" a enfrentarse con la goma eva, la tecnología informática o el punto de dos agujas.¿Qué ocurre con esto? Pues, lo que ya se sabe, que al final acabo con las manos metidas en todos los fregados y con el tiempo compartimentado en todas esas actividades en las que me he comprometido y que hago a base de muchísimo esfuerzo, mucho tutorial de internet y más descaro que otra cosa.Ahora mismo estoy en un lió de esos. Tengo el día dividido en actividades en las que yo solita me he metido, y que ya no tengo más remedio que terminar: Que mi hija se compra un vestido y no encuentra el complemento, allí está mamá, haciendo un bolerito (lo que se dice una rebequita de hilo), sin perder de vista a una señora que me va enseñando los puntos en un vídeo de youtube. Que el pequeño se gradúa, vuelve a estar en líos la menda, que en un punto de locura y viendo que nadie da un paso adelante, se presta a hacer un dvd de graduación con música, fotos y vídeos para toda la promoción (63 niños). Que mi "sobri" hace la comunión..."voy a ver si soy capaz de hacer un muñeco fofucho"..."pues mira no queda mal"..."y sus compis fofu-lápices vendrían estupendos para los regalitos de los amigos"...Y hago el marinerito y una familia entera de muñequitos pequeños, vestido de futbolistas dispuestos a jugar un partido con los niños de comunión.Pero ¿sabéis qué es lo peor de todo? Lo peor de todo es que me encanta, y sinceramente creo que ahí es donde está el verdadero punto de delirio. Porque si al menos me gustara porque siento la necesidad de destacar, la cosa tendría un sentido. Pero es que encima de todo, y no tendría que decirlo si no lo hiciera con sinceridad, no me importaría nada que los demás no supieran que soy la mamá DVD, la tía "fofuchadora" o cualquiera de los títulos inventados que quisierais darme. En realidad, todo lo hago porque todas estas actividades me dan la vida, me hacen sentirme activa, importante para mí misma, en el sentido del reto conseguido o al menos intentado. Así que aquí estoy, protestando pero de broma, encantada de estar viva y deseando ser útil a alguien. Con eso quiero decir que si alguna vez me necesitáis, no dudéis en venir en mi busca. Eso sí, no os apelotonéis, de uno en uno, no vayáis a estresarme....ja,ja.Besos