Quiero crear mi web. ¿Por dónde empiezo?

Has decidido dar el paso y crear tu web de actor. Sabes que eso te reportará muchos beneficios: serás más visible en la red (no sólo a nivel local, sino mundial), transmitirás una imagen más consistente y profesional y ofrecerás más credibilidad sobre tu trayectoria como actor.

Además sabes que teniendo una web facilitas inmensamente a productoras, representantes y directores de casting a que te conozcan mejor y a entender el perfil que das.

Sin embargo, no sabes por dónde empezar. Existen varias opciones para crear tu web, y no sabes cuál es la más adecuada. Has tenido suerte… Premiere Actors está aquí para ayudarte a tomar una decisión.

La mejor opción: web y dominio propios

Un dominio propio (www.tunombreyapellidos.com) es sencillo de recordar y genera una buena imagen como profesional. Es perfecto para incluirlo en tus tarjetas, en tus firmas de email, en tu CV y en cualquier otro material de promoción del que dispongas.

Si la web es tuya, puedes rediseñarla cuando quieras y personalizarla 100% según vayan cambiando las modas o tus necesidades. Es algo que te pertenece, y te pertenecerá de por vida siempre que la renueves cada año (o el periodo de tiempo que elijas). Además te permite crear direcciones de correo personalizadas, por ejemplo contacto@tunombreyapellidos.com, que queda mucho más profesional que tunombreyapellidos@gmail.com, por ejemplo.

El problema surge cuando te planteas la siguiente pregunta: ¿Me la hago yo o busco a un profesional?

Evidentemente, un profesional siempre la va a hacer mucho mejor y además es la opción más cómoda y rápida y, aunque es un poco más cara, es asequible.

La otra opción es que la hagas tú, si tienes suficientes horas y paciencia para ello. Hoy en día ya no se necesitan conocimientos de programación para hacer una web sencilla, pero solo lo aconsejamos para gente que aun sin ser experta le guste al menos la informática. La primera vez puede dar bastantes quebraderos de cabeza y puedes tirarte horas mirando tutoriales en internet. No obstante, si crees que tienes facilidad para estas cosas y quieres probar, adelante. En ese caso necesitas lo siguiente:

1. Registrar tu dominio.
2. Buscar un servidor (hosting) para el alojamiento de tu web. Normalmente te lo ofrecen en el mismo sitio donde compres tu dominio.
3. Utilizar algún software sencillo para diseñar la web, como WordPress.
4. Personalizar alguna plantilla (te recomendamos que elijas una “responsive”: es el nombre que se les da a las que se adaptan mejor a los móviles y a los distintos dispositivos).

La opción sencilla: creadores web

Los creadores de páginas web como Wix o GoDaddy están pensados para proyectos web pequeños. Son muy funcionales, intuitivos e ideales para quien no tiene conocimientos de programación. No te tienes que preocupar del servidor de alojamiento y están diseñados de manera muy sencilla.

Sin embargo, tienen varios inconvenientes:

• En nuestra opinión, algunos no trabajan de una forma demasiado moral: tu suscripción empieza a 0€ los primeros meses, y al ser un pago automático mensual te lo acaban subiendo a 2 o 3€, de forma que no es mucha cantidad y a lo mejor lo dejas pasar, por eso debes leerte muy-muy bien sus términos para no llevarte sorpresas. Debes tener cuidado, porque un principio parecen mucho más baratos de lo que luego acabas pagando. Además, al ser un pago mensual, parece que te “duele menos” el gasto, pero a la larga acaban saliendo más caros.
• Te ponen publicidad, con la cual no das una imagen demasiado profesional, y si deseas deshacerte de ella, entonces debes contratar su servicio Premium.
• Cuando decidas dejar este servicio, las migraciones a tu dominio y servidor propio pueden ser difíciles. Posiblemente tengas que crear tu web de nuevo, así que no lo recomendamos, especialmente si tienes un blog con bastante contenido. Además, por este mismo motivo, volverías a empezar de 0 en cuanto a posicionamiento en buscadores, ya que a perderías el factor antigüedad.
• Esa web nunca te pertenecerá. Por lo tanto, si quiebra la empresa, tu web desaparecerá.

Ten en cuenta que si te decides por utilizar estos servicios, ésta solo debería ser tu opción provisional: si no estás todavía muy convencido de los beneficios de tener una web personal o que la vayas a poder mantener, puedes probar durante un par de meses a ver si te compensa (algunos te ofrecen un periodo de prueba de un mes). Después, tarde o pronto, tendrás que pasarte a la otra opción.

Redes sociales: tu principal apoyo

Tener web no significa dejar de lado las redes sociales, y lo mismo ocurre al contrario.

Digamos que tu web o blog es como el local de tu negocio, y las redes sociales mueven y comparten ese contenido. Por tanto, contar con alguna red social es fundamental para dar a conocer tu web y cualquier novedad que incluyas en ella.

En la web todo tu contenido está estructurado y ordenado: tienes tu sección de fotos, de videos, de noticias, tu currículum para quien necesite consultarlo, etc. Por el contrario, las redes sociales son mucho más instantáneas y dan mucho más juego, pero a la vez lo antiguo se va perdiendo y queda todo más desorganizado. El secreto del buen marketing consiste en saber combinar las dos herramientas de manera correcta.

Últimas recomendaciones

• No te compliques demasiado, no quieras tirar la casa por la ventana. La web de actor debe contener sólo una home con una buena foto y tu videobook, y varias pestañas con tu CV, tu portfolio (fotos y otro material audiovisual) y tus datos de contacto o los de tu representante. Como opción, puedes añadir también una sección de noticias, pero no incluyas más apartados: cuanto más sencillo y ordenado esté todo, mucho mejor.

• Cuida el aspecto visual: eres artista y tu imagen vende. Tu web no es un saco donde metes todo de cualquier manera, sino, como decíamos, un escaparate donde lo muestras para que la gente se convenza del producto tan bueno que estás vendiendo: tu talento.

Esperamos que, después de haberte ofrecido todas las opciones, tengas todo un poco más claro.

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