Y viajar al país de nunca jamás junto con mi amor transformada en Campanilla, no envejecer (más) si puede ser al quedarme allí, rebajar algunos añitos (añazos) mi apariencia física, que por arte de birli-birloque recupere el riñón y el trozo de corazón, se desatasquen las arterias y la barriguita cocacolera se transforme en apolínea tableta de chocolate similar a la de Forlán.
Por si acaso me he quedado corto a la hora de pedir, no sólo quiero el corpore sano, sino que esta maravillosa mente que poseo con mis conocimientos y mi experiencia acumulada después de tantos (snif) años, se queden para un ulterior desarrollo dentro de ese joven cuerpo en la maravillosa tierra de nunca jamás.
Si se me concede tan exigua petición, sólo os pido que me remitáis a esa isla, dónde seguro que no existirá Internet (Deo gratias), las obras de literatura que vayan surgiendo y que consideréis interesantes, (Dan Brown no, por favor) pues seguro que entre pelea y pelea con los piratas, tendré tiempo de sobra para embeberme en la lectura de obras que también me trasladen a mundos donde sus habitantes tampoco envejezcan, pues al estar en palabra impresa, al volverlos a leer recuperan de nuevo su antigua edad.
A lo mejor es lo que quiero o lo que me falta llegar a ser es convertirme en una figura dentro de la trama de un libro, el protagonista por siempre de una aventura sublime, no sólo ser Peter Pan, sino Tom Sawyer adentrándome en esa cueva junto a Becky yendo los dos de la mano, o ser Denys, tomándome una copa de brandy en una noche estrellada junto al fuego, mientras contemplo arrobado como Karen enlaza una tras otra sus maravillosas historias sobre África, ser tambien Old Shatterhand galopando por las verdes praderas americanas junto a Winnetou, en fin ser uno tras otro, todos los héroes de los libros que leí en mi infancia e hicieron que viviese muchas vidas en una.
Así que en el aniversario de mi natalicio, os ruego que no me felicitéis, pasad de puntillas por esta página y contadme sólo el tiempo que hace por vuestra ciudad, si al mirar por la ventana habéis visto volar algún gorrión o si la vecina de enfrente por fin os guiñó un ojo al pasar, de todas formas os dejo esta tarta virtual, serviros una generosa porción y compadeceros de este pobre tipo que no es capaz de envejecer con una mínima dignidad.
Besos y abrazos para todos/as.