3,07 de la mañana de un día laboral muy largo y si bien estoy a minutos de retirarme a mi casa, cada minuto que pasó desde la media mañana, se intensificó más y más esa sensación mezcla de deseo y anhelo de llegar a mi casa y que ella esté en mi cama dormida.
Y desvestirme, bañarme, acostarme a su lado, apoyarla con mi cuerpo y sentir el calor de todo su cuerpo. Rozarla con los pies y dejarme llevar por esa especie de seda que son sus pies, al besar los míos.
En el transcurso del día, llegué a preguntarme si no era poco pretensioso lo mío. Habiendo tantas necesidades, yo limitaba el campo de los sueños, con una situación que hoy en día es muy factible.
Es factible porque es posible, y sobre todo porque será real, lo sé, en algún momento.
Pero es imposible. No importa porque, pero es así. Y a pesar de todo eso, no me desespera.
Raro y hermoso.
En el transcurso del día llegué a responderme que era algo inmenso.
Amo sentirlo así.
Y ella ama que lo sienta así.
Sino pregúntenle...van a ver.
3.16 comienzo a cerrar mi día y amo saber que en mi casa habitan sus olores, algunas prendas y miles pero miles de miradas.
Cuando llegue a mi casa la voy a extrañar.