Hoy voy a romper el bloqueo de reseñas con el que he empezado este 2016 con un libro de relatos que bien merece unas cuantas palabras (todas buenas): Lectores aéreos de Gabriella Campbell.
Ya ha pasado un mes desde que publiqué mi última reseña (El Libro de Sombra de Juan cuadra). La verdad es que empezaba a tener tantas ganas de escribir otra reseña como de no hacerlo. ¿Por qué? Porque se me han acumulado una cantidad de libros nada desdeñable (cinco novelas nada menos) en este tiempo y reseñarlas todas me llevaría mucho tiempo.
Así que he decidido desbloquearme con una de las que más me ha sorprendido.
Sé que muchos de los que me leéis ya conocéis a su autora. Bien porque habéis tenido la suerte de encontrar su blog (Gabriella Literaria mientras buscabais algo sobre escritura en Google, porque la seguís en Twitter o bien porque suelo mencionar sus artículos con mucha frecuencia. Así que me siento un poco extraño presentándoos a Gabriella Cambpell.
Pero no hay que perder las buenas costumbres y siempre tiene que haber una pequeña biografía del autor. Aunque sea ella
Gabriella Campbell y sus Lectores aéreos
Londinense de nacimiento pero (como dice ella) con toda una vida a sus espaldas en España. Es licenciada en algo que explica muy bien sus increíbles conocimientos sobre literatura: Teoría de la Literatura y Literatura Comparada.
Además, como bien demuestra en sus canales sociales y en su propio blog, es Experta en Comunicación y tiene un envidiable palmarés de trabajos, premios y publicaciones nada desdeñable.
Vamos, dicho en pocas y mundanas palabras: sabe de lo que habla más que quien la escucha. Nos allana el camino, nos desmiente muchos de los falsos mitos que existen y nos lo cuenta todo basado en su propia experiencia y en la de otros grandes escritores. Y aunque sus artículos son bastante largos… se devoran hasta el final sin darnos cuenta.
Es una auténtica corsaria de las letras que ha publicado un par de trabajos de poesía, un libro de fantasía y ciencia ficción a medias con José Antonio Cotrina titulado El fin de los sueños. Y, por supuesto, este libro de relatos que se titula como uno de los que lo componen: Lectores Aéreos. No es mi favorito, pero hay que admitir que tiene gancho.
Aunque, como ya decía antes, es posible que todos la conozcamos más por la increíble labor educativa y motivadora que, de manera altruista, nos dedica en su blog http://www.gabriellaliteraria.com.
Si lo vuestro son los artículos sobre escritura, entrevistas con escritores españoles y mucho más, tenéis que conocer este blog.
El libro: Lectores aéreos
Lectores aéreos se compone de catorce más un relatos. Quince pequeñas ventanas a otros mundos llenos de imaginación y sorprendentes finales. Muchos de ellos encierran una reflexión y una crítica hacia ciertos comportamientos de los seres humanos.
Está disponible para su compra en Amazon en formato electrónico.
Sinopsis
¿Quieres leer sobre edificios que respiran, reencarnaciones fatales, predicciones ineludibles, vacas alienígenas, mantícoras moribundas y corazones de cristal? Este es tu libro.
Campbell explora aquí algunos de los elementos más siniestros del ser humano (y de lo que no es humano), en este compendio de quince relatos (algunos cortos, algunos largos: todos perfectos para devorar antes de dormir). Van tocados de algo fantástico, algo que no es de este mundo, y todos tienen en común una búsqueda de lo bello y lo tenebroso a través de la sexualidad, el absurdo y, cómo no, la magia.
Aunque esta antología incluye algunos relatos publicados en la web Gabriella Literaria (http://www.gabriellaliteraria.com), la mayor parte del contenido es inédito, publicado por primera vez en este libro digital.
Análisis
Antes siquiera de empezar a hablar de cada relato que compone este libro, dejadme que os confiese una cosa. Esperaba encontrar algo muy diferente a lo que contiene Lectores aéreos. No sé por qué esperaba leer una fantasía menos oscura, más jovial y menos profunda.
No me preguntéis por qué. No había leído nada de Gabriella antes (que no fueran artículos literarios) y no tenía ninguna idea preconcebida sobre su contenido. Quizás el título y la luminosidad de su portada me llevaron por el camino equivocado.
La sorpresa fue maravillosa al encontrar originalidad entrelazada con oscuridad y sorprendentes giros en muchos de esos relatos. Lectores aéreos está lleno de relatos que tienen ese punto de retorcimiento que los hace tan sorprendentes. Con un toque de tristeza y un poquito de brutalidad.
No estoy diciendo que Lectores aéreos sea una obra del terror más desquiciante y retorcido que podamos encontrar. Nada más lejos de la realidad. Lectores aéreos es fantasía y no otra cosa. Sin embargo estamos ante un puñado de relatos que nos van a hacer reflexionar en profundidad sobre lo que Gabriella quiere que reflexionemos.
Y ahora dejadme que os enumere esos relatos y os describa con brevedad su contenido:
- Ir a morir — Un bonito comienzo cargado de espiritualidad. ¿Por qué nadie ha visto nunca morir a una mantícora? Una nave espacial convertida en zoo y unas mantícoras que son su reclamo promocional.
- Musa — Si tengo que destacar un relato me quedo con este. Ser una musa es algo complicado: el arte no está contigo, sólo lo despiertas en los demás. Y vaya arte que despierta…
- El día en que desaparecimos — ¿Y si nuestra vida cambiase poco a poco sin que nos diéramos cuenta? Una vuelta de tuerca en la que la realidad no es real ni el tiempo ni el espacio tan constantes como creemos.
- Polvo — Me encanta la pregunta que plantea este relato: ¿Qué pasaría si dos personas en dos mundos situados a una puerta de distancia vivieran a velocidades temporales diferentes? ¿Nos atreveríamos a viajar de uno a otro?
- Paredes como gargantas — Hay casas que parecen tener vida y personalidad propia… y también tienen carácter.
- La curiosidad de Tim — Todos hemos deseado alguna vez poder escuchar los pensamientos de los demás. ¿En serio? ¿Seríais capaces de soportar esa verdad?
- El extraordinario caso de Emil von Trope y Jack el Destripador — La magia no existe. Los que presumen de ella son embaucadores dispuestos a robarte hasta lo más sagrado… ¿o sí que existe la magia?
- Black Magic Woman — Perturbador relato de la niña que dio a luz a un delfín. Y lo más perturbador para mi no fue que pariera un delfín. No sé si Santana pensó en esto cuando compuso esta canción en 1968…
- Nada en el mundo — ¿Quién dijo que soñar fuera algo exento de peligros? El viaje de esta adicta me hizo reflexionar mucho sobre eso. Pero claro, a mi me encanta todo lo referente a los mundos oníricos…
- Un romance eléctrico — Y si soñar es peligroso… ¿qué me decís del amor? Ese concepto abstracto tan difícil de describir con palabras.
- Historia de un plagio — Un relato cargado de dolor y tristeza. Porque el arte es algo que va muy dentro del alma, casi tanto como el amor. Y que te roben lo uno junto con lo otro… sólo existe algo peor. Y lo podéis encontrar en este relato.
- Delirio — Hay veces que sólo nosotros sabemos ciertas cosas. Da igual lo que nadie nos diga o cuánto nos intentemos convencer de lo contrario. Sabemos que son como nos dice nuestro instinto y no podemos cambiarlas.
- Lo inevitable — A veces el destino lo forjamos nosotros mismos. Y otras por miedo a recorrer un camino, mientras intentamos caminar por otro, terminamos de golpe en medio de eso que precisamente queríamos evitar.
- Lectores aéreos — Cualquier cosa que diga desvelará el final de este breve relato. Aunque sí puedo decir algo: ¿pájaros que leen?
- Y diente por diente — Si creéis en la reencarnación… ¿creéis que somos responsables de los crímenes que cometiera nuestra anterior encarnación?
En resumen
Quince apasionantes historias. Todas diferentes. Todas con algo de oscuridad. Y todas fantásticas y con un final sorprendente.
Eso sí, extrañas a rabiar. Hasta aquellas que parecen normales terminan siendo anormal.
Tres de los euros mejor invertidos de este año: Lectores aéreos.
Escrito por David Olier para el blog El Rincón de Cabal.