
Es lo que pasa cuando te aceptan en una escuela de magia, ¿qué quieres? Te regalaban un huevo de dragón. Los días pasaban tan rápido, por tantos hechizos que debíamos de aprender, que creció sin apenas darme cuenta. Pronto se convirtió mi mejor amigo. Cuando tenía un descanso, jugábamos juntos. No sé si será amor de maga, pero para mí es el más bonito de todo el colegio.