Hoy cogemos un bus hasta Termini, de allí otro hasta Piazza di San Giovanni in Laterano y luego otro hasta Fosse Ardeatine para ir a ver las de San Calixto. De camino vimos parte de la Muralla Romana.
Nosotros cogimos el bus 714 desde la Estación Termini hasta la Plaza de San Juan de Letrán y, allí, el bus 218 con parada en las Fosas Ardeatinas. Una vez allí, caminas un poco y encuentras la entrada.
Las Catacumbas están abiertas casi todo el año, excepto el día de Navidad, Año Nuevo y la Pascua de Resurreción. Tampoco abren los miércoles ni el mes de febrero.
El horario es de 9 a 12 y de 14 a 17 horas.
Los precios de las entradas son 8€ (precio ordinario) y 5€ (precio reducido) y está prohibido hacer fotos y videos en el interior.
La visita dura, con la explicación previa antes de bajar a las catacumbas, entre 30 y 40 minutos.
Luego volvimos a coger el bus para volver hasta la Piazza di San Giovanni. Primero entramos al Battisterio di San Giovanni in Laterano, digno de ver pues es muy bonito, y luego a la Basílica de San Giovanni, preciosa y muy grande.
El Baptisterio es un edificio independiente de forma típica de los baptisterios de los primeros siglos, cuando el bautismo se hacía por inmersión.
Tiene una piscina en la cual el bautizado se sumerge para salir por el lado opuesto.
Su nombre oficial es " Archibasilica Sanctissimi Salvatoris" y es la más antigua y la de rango más alto entre las cuatro basílicas mayores de Roma.
Tiene el título honorífico de "Omnium urbis et orbis ecclesiarum mater et caput" (madre y cabeza de toda las iglesias de la ciudad de Roma y de toda la tierra) ya que es la sede episcopal del Papa.
Allí cogimos un bus que nos llevaría a Trastevere. Callejeamos por la zona y llegamos a Santa Cecilia in Trastevere, a la cual sólo sacamos fotos del exterior porque estaba cerrada.
Seguimos callejeando, aprovechamos para comer y luego nos tomamos un helado.
Volvimos a callejear hasta que dimos con Santa Maria in Trastevere, una iglesia muy bonita.
Continuamos nuestro camino y vimos el Palazzo Corsini y la Villa Farnesina.
Allí, ya cansadísimos, decidimos coger un bus hasta el Colosseo viendo, de camino, la Isola Tiberina de nuevo. Una vez en el Colosseo, cogemos el metro hasta Termini.
Al llegar a la estación, entramos para comprar los billetes de Florencia a la que iremos dentro de dos días. Después de la compra cogimos el bus y nos fuimos al hotel.
Después de un descanso nos hemos ido directamente a la Piazza Campo de' Fiori y, como ya iba siendo hora, cenamos allí. Luego nos dimos un paseo hasta Piazza Navona y nos comimos el postre, un helado.
Cuando lo acabamos cogimos rumbo a una parada de bus y de vuelta al hotel. Al día siguiente tocaba día intenso en la Ciudad del Vaticano.
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