Revista Talentos

Rubaiyyat, dos semillas, jabón de pitanga

Publicado el 31 julio 2016 por Ptolomeo1

Las Rubaiyyat Dicen que en el año 1048, en el pueblo de Khorasán situado cerca de Nishapur, antigua Persia, nació Osmar Khayyam, matemático. filósofo y poeta. También aficionado a la astronomía, fue considerado el hombre más sabio de su época y publicó varias obras científicas sobre geometría y álgebra; en su carácter de director del observatorio de Mesu era el encargado, por disposición del sultán, de emprender la reforma del calendario musulmán.

Entre las ciencias y la poesía Khayyam dedicó varias horas a su amistad con Hassan Sabbah, jefe de los misteriosos hachissin conocido como el Anciano de la Montaña. La historia no ha sido benévola con Sabbah y la palabra asesino deriva del apelativo de sus seguidores, probablemente por la destrucción de los documentos originales a manos de sus acérrimos enemigos mongoles. El célebre escritor Nrzan Al Mulk, visir del sultán Alp Arslam, también se contaba entre las amistades de Khayyam y Sabbah.

El sabio persa falleció a los 85 años en Nishapur y desde la aparición en Occidente, en el año 1859, de los poemas de su autoría o Rubaiyyat, su nombre cobró una relevancia inusitada. Rubaiyyat configura el plural de la voz persa rubai, que significa cuarteta, modalidad poética en la que riman los versos primero, segundo o cuarto, excluyendo al tercero. Las cuartetas de Khayyam se centran en la dualidad compuesta por lo sagrado/profano, desde una posición que podría considerarse escéptica, sarcástica y de una profunda desesperanza.

Sin embargo, a poco de ahondar en el significado ínsito de la poesía del persa se advierte la influencia del sufismo, esa etérea espiritualidad islámica que instaba a sus practicantes a iniciar el camino que los llevaría, de la mano del maestro, a lograr la pureza del alma. Tal vez la lectura de Rubaiyyat induce a otras conclusiones al lector, habida cuenta de las reflexiones vertidas por el poeta siempre acompañado de una mujer bella y un cáliz de vino, pero las cuartetas de Khayyam no dejan margen para la indiferencia: la belleza de los versos resulta sobrecogedora.

En su Libro del desasosiego, Fernando Pessoa define la posición del persa como un epicureísmo suave, una filosofía en la que el placer se reduce a vino, rosas y una compañía femenina: para agradecer el instante basta una conversación amable y el soplo de la brisa, porque cada momento configura la vida. Del mundo profano surge así uno de los misterios más profundos que han predicado los sabios de la talla de Osmar Khayyam: la conciencia del instante como expresión de la eternidad.

Dos semillas

dos semillasEn uno de los barrios más tradicionales de Buenos Aires se encuentra una tienda de diseño que se caracteriza por la originalidad y calidad de sus textiles, carteras y joyas, cuyo nombre escrito con letras minúsculas remite a la naturaleza de la simplicidad: dos semillas.

Situada en un local del Solar de French, en la tradicional calle Defensa, dos semillas es un sitio para detenerse un largo rato luego de caminar por las calles empedradas de San Telmo, donde las casas conservan la antigua arquitectura colonial y los anticuarios despliegan toda clase de tesoros reunidos a través del tiempo, entre los que se pueden encontrar desde fotografías en tono sepia hasta altares provenientes de antiguas iglesias.

Luego de atravesar el frente de la puerta del solar en el que vivió Domingo French, uno de los protagonistas de la Revolución de Mayo, se accede a la galería en la que proliferan los locales de antigüedades y productos artesanales. En dos semillas hay prendas realizadas en telar de alpaca y oveja, carteras de cuero de Dei Grandi, joyas de vidrio de Gabriela Liboreiro y creaciones en plata 925 de Eduardo Garófalo; la atención personalizada y la amabilidad también integran la marca de fábrica.

Jabón de pitanga

Jabon de PitangaEn las profundidades de la selva amazónica las especies florecen y se expanden sin más control que el que ejerce la Naturaleza viva. Entre ellas, la Eugenia uniflora o pitanga, también llamada cereza brasileña, es un árbol de tamaño pequeño que produce flores blancas y un fruto de cáscara fina y pulpa muy roja de sabor dulce, que requiere de sol intenso, poca agua y un ámbito húmedo para desarrollarse.

Las hojas se emplean para preparar infusiones con propiedades diuréticas y digestivas, mientras que la cáscara resulta útil para las afecciones de la garganta mediante gárgaras que alivian el clásico dolor producido por gripes y resfríos. Y también es rica en cineol, componente que ha sido empleado en pacientes con inflamaciones pulmonares para reducir la obstrucción de la membrana mucosa.

En cosmética, el aceite de pitanga posee propiedades exfoliantes y suavizantes a las que se aduna un persistente aroma debido a su alto contenido en taninos. Natura ha desarrollado una línea corporal en base al aceite de pitanga; la barra de jabón exfoliante contiene semillas, es rica, emoliente y produce abundante espuma con la fragancia característica de este fruto soleado.


Rubaiyyat, dos semillas, jabón de pitanga

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