Sé tú mismo

Uno de los principales objetivos que deberíamos tener en nuestra vida es ser tal y como somos. Sin miedo, sin juzgarnos, sin editarnos. Con eso no quiero decir que el ser nosotros mismos como fin justifique cualquier acción que pase por nuestras cabezas, citando a Napoleon Hill:

“Un hombre educado es aquel que ha desarrollado las facultades de su mente para obtener cualquier cosa que desea, o su equivalente, sin violar los derechos de otros.”

De este modo, el objetivo está en ser auténticos, verdaderos, sinceros, hacer justicia a lo que sentimos, pensamos, y deseamos, independientemente de cual sea la dirección en que la marea de la mayoría se mueve. Sólo tú puedes saber qué es lo que requieres para ti mismo.

Ahora, cuando alguien te dice que seas tú mismo, algo que poco se menciona (o que ni siquiera se tiene contemplado) es que primero tienes que descubrir quién eres. Debes explorar tus inquietudes y ver a dónde te llevan para ir reconociendo qué es lo que funciona para ti y lo que quieres tener en tu vida. Debes ponerte allá afuera en el mundo, exponerte a él y a lo que contiene. Así el mundo te muestra cómo eres, te devuelve tu reflejo y te enseña a través de él.

Mucho de ser uno mismo consiste en descubrir aquellas cosas que ya llevas dentro: tus talentos, habilidades, cualidades. Todo eso conforma parte del paquete que es la experiencia de ser la persona que eres en particular. Así mismo todo aquello que te es completamente ajeno y desconocido, lo que no has tocado. Y la otra parte viene de lo que descubres que deseas hacer con lo que tienes: cuáles son tus preferencias, sueños, pasiones, deseos, motivaciones.

Entre todo esto (lo dado, lo deseado, lo decidido), y abarcándolo a la vez, está tu forma original, auténtica y exclusiva de ser. Es una forma de ser desprovista (bueno, casi) de miedo y de la expectativa por la aprobación de otros. Es una certeza basada en tu experiencia sobre ti mismo, es la libertad que viene de cada vez conocerse a uno mismo un poco más. Después de todo, ¿cómo tomar decisiones veraces si no sabes cómo funcionas tú en el mundo en que vives?

Entonces… sal y haz algo nuevo. Encuentra algo desconocido. Haz una pregunta. Ve a donde quieres ir. Escucha siente prueba huele ve algo diferente. ¿Cómo se siente? ¿Cómo eres? Prueba varias cosas, varias veces.

La principal forma de ignorancia que, como humanos, podemos padecer es el no conocernos a nosotros mismos y a la condición humana en este mundo. Lo más importante que podemos saber está ya en nosotros, latente hasta que las condiciones en que se puede mostrar se presentan. Lo demás son datos, etiquetas, repeticiones, eventualidades, útiles hasta cierto punto si no sabemos quiénes somos, hacia dónde vamos.

¿Qué has descubierto de ti?
¿Qué sigue para ti?