Sentido de pertenencia

Beatriz Benéitez. Santander
Gestión de equipos es el título de uno de los cursos de formación que estoy haciendo este año. Y ayer, después de trabajar, pasé tres horas en clase. Estuvo bien. Hablamos de los diferentes estilos de gestión, de los tipos de líder: el autocrático, el integrador, el social.. y también de la diferencia entre el grupo y el equipo. Uno de los elementos que marcan la distinción es que las personas que forman parte del equipo tienen ¨sentido de pertenencia¨. Ya en el coche, de vuelta a casa, estuve reflexionando sobre ello. Creo que es importante sentirnos parte de algo, saber que les necesitamos y nos necesitan; que les aportamos y que nos aportan; que les ayudamos y que nos ayudan. Es cierto que los viajes más importantes de nuestra vida -el de ida y el de vuelta- los hacemos en solitario. Pero mientras estamos aquí, esa sensación de formar parte de algo nos ayuda mucho. Porque somos personas y , por lo tanto, seres sociales. Desenrollo la madeja y llego a mis propios sentimientos. Siento que pertenezco al equipo de personas que conformamos la empresa en la que trabajo; al grupo de vecinos del pueblo en el que vivo; a Cantabria Ayuda, la ONG en la que participo; a mis diferentes grupos de amigos, etcétera. Pero si hay un grupo al que de verdad pertenezco es al de la familia. En la mía, como en casi todas -supongo- hay un jefe de clan. Para los dieciseis miembros de mi generación y los cinco de la siguiente es ¨el abuelo¨. Los doce miembros de la generación que nos precede le llaman, ¨el jefe¨.Si utilizamos este argot de los consultores, coachings y otros profesionales que ayudan a implantar nuevos sistemas de gestión en las empresas, su perfil sería más o menos así: "El abuelo es un gestor familiar que estaría a caballo entre ¨el motivador¨y el ¨empowerer¨. Utiliza sistematización y orden, ofrece ayuda personal y participación, y fomenta la comunicación a todos los niveles. Si se comete un error, la solución se utiliza como una oportunidad de aprender algo. Considera que todos los miembros del equipo puden desarrollarse y crecer. Posee grandes dotes para fomentar equipos cohesionados y triunfadores, mediante autodirección, clima adecuado y sinergias. Es un gestor del tipo ¨facilitador¨, sabe escuchar, es asertivo y empático". En fin, creo que si mis profesoras de gestión de equipos o de empowerment leyeran esto, se sentirían orgullosas de mi. No diréis que no he aprendido. Como resulta que yo no soy coaching, ni consultora, ni empowerer... sólo diré que el abuelo es una persona capaz de hacer grandes sacrificios por su familia y por su entorno. Que es un sabio que ha logrado mantener unido a su clan y fomentar el sentido de arraigo entre sus hijos, nietos y bisnietos. Y nosotros, ante eso, lo único que podemos hacer es aprender todo lo que podamos, seguir su ejemplo y quitarnos el sombrero. Y, por supuesto, darle las gracias.