Sinsentido

[Nota preliminar: Querido lector o lectora con criterio, probablemente no sea la primera creación mía que lees, si lo es, bienvenido y espero que te guste; en cambio si ya estás acostumbrado o acostumbrada, a leer mis relatos y creaciones, sabrás que no aptas para diabéticos o personas que no les guste el sabor empalagoso del amor. Ya sabes a lo que me refiero, a esas ingentes cantidades de amor que manan de tu pantalla y te enternecen o te hacen vomitar. En este caso, he decido escribir algo diferente, no es narrativa pero tampoco es poesía. Es una mezcla de cadáver exquisito que me apetece compartir contigo: un sinsentido. Gracias por no entenderme, y si te sirve de consuelo, yo tampoco me he entendido. No me juzgues y tengas en cuenta esta creación, ya que ni a mi me parece hermosa.]
                                                                                                                                                                                    El Autor.

                                                     SINSENTIDO

¿Cómo puedes buscar sin querer encontrar? Deambulo libremente por la eternidad, sobre los confines del universo, en busca de la nada. En busca de ti.
Sé que lloras en silencio, que ahogas gritos en un lago de miedo y les lanzas con la desesperación. También sé que caminas descalza sobre las rosas, sobre sus espinas que se hincan en tu piel y hacen que me cueste distinguir entre tu sonrisa y tu llanto. Puede que sea cuestión de nadar en tu mirada y acariciar tu pupila con el mayor cariño que pueda. Sin saber nada, lo sé todo. ¿Ves? Sabía que llorabas, y sé que lloras, al igual que sé que no permitiré que llores más.
¿Volveremos a vernos reflejados el uno al otro en la más oscura noche de diciembre? En ese tipo de noche en la que te sientes sola y es cuando realmente dices lo que sientes, en la gritas palabras de odio, de desesperación, de agotamiento, de agonía… Y justo después de todo eso, musitas un mudo “te quiero”. Déjame que encienda una luz, que haga desaparecer la oscuridad y que te susurre al oído “Ey… Ya ha pasado todo” y tú llores por una vez de felicidad.
Pretendo escribir algo bonito, algo dulce, algo raro o incluso algo estéticamente hermoso; pero permíteme que te confiese que no puedo escribirte a ‘ti’,sino que solo puedo escribir un ‘contigo’.
Aquí te espera, "El que deambula libremente por la eternidad".