A veces en mi trabajo una se encuentra con textos como éste, publicados por la Sociedad General de Autores y Editores, que hace que una se plantee dónde han dejado a los filólogos estos autores y por qué yo, que soy filóloga, me veo registrando apuntes contables en una asesoría…..
El mundo está loco, pero ¿qué se puede esperar de una sociedad donde aún se permiten “ejecuciones humanas con carácter de amenización”?
Eso sí, sin bailes; un poco de respeto.