Sorteo en mundi dulce

Mundi Dulce, es para mi la tienda mágica por excelencia. Desde que la abrieron llamó poderosamente mi atención por su colorido, por la magia que encerraba, por el encanto que allí se respiraba...
Poco tiempo después conocí a los dueños estableciéndose entre ellos y yo una corriente de simpatía y amistad que hoy perdura con fuerza.
Un día vi en la tienda, al pasar, a la dueña de la confitería Ramos que tantos recuerdos entrañables de mi niñez me traía. Una mujer muy guapa y con una sonrisa preciosa que recuerdo con especial cariño cuando era muy pequeña y me acercaba a comprar chucherías con mis ínfimas propinas de entonces. Mi curiosidad me llevó a preguntar si era familiar de los dueños de la tienda, y mi sorpresa fue mayúscula cuando descubrí que era la madre del dueño.
He tenido oportunidad de charlar con ella a menudo, y para mi ha sido como volver de nuevo al mundo de la infancia.
Después conocí a Carlos, el hijo del dueño, un chaval alegre creativo apasionado...al que he convertido en mi sobrino adoptivo.
Con los dueños mantengo conversaciones muy a menudo. Con el dueño suelo hablar de fotografía ya que a los dos nos gusta mucho ese mundo. La dueña, tiene un don en sus manos capaz de convertir en magia y belleza, un pequeño regalo con sus preciosos lazos imposible de superar.
Además son muy generosos y siempre tienen detalles conmigo que logran emocionarme.
Por fin un día pude conocer a la hija, que vive fuera, y sigue el Baúl de Laika con enorme interés.
Os cuento esto porque con motivo de las fiestas navideñas pusieron en marcha un sorteo de un IPHONE de última generación incentivando las compras con papeletas para el sorteo.
Tuvieron como siempre el detalle de regalarme unas cuantas e invitarme al sorteo.

El objeto de deseo estaba expuesto en el escaparate acaparando las miradas de los allí reunidos.

Media hora antes de la cita allí me encontraba yo dispuesta a no perderme detalle.


Los chavales intentaban hacerse con el último boleto para poder tener más participaciones y conseguír el ansiado premio.


A la hora convenida se empezaron a congregar los futuros ganadores sin perder la esperanza.

Mientras Carlos, muy nervioso, daba los últimos retoques a la improvisada urna de las papeletas.



Se podían ver caras conocidas llenas de expectación...

Por fin llego la hora del sorteo, y Carlos, con gran soltura, y la mano inocente de Andrea, a la primera vuelta saco el número premiado, el 5981
El ambiente como podéis ver es espectacular, como en la mejor sala de loterías de estado...

Muy emocionada se abrió paso entre la multitud la flamante ganadora, Luz, que posó para mi así de guapa junto a Carlos.

Como premio de consolación, muchos eran los que se acercaban a comprobar si sus papeletas habían sido premiadas con alguno de los diez premios de cinco euros en compras gratis en la tienda.

Por último, os dejo un montaje de fotografías del evento . Una tarde llena del encanto y la magia de Mundi Dulce.