Tokio blues, de Haruki Murakami
Título: Tokio Blues, Norwegian WoodAutor: Haruki Murakami
Género: Novela
Editorial: Tusquets editores
País: Japón
“Yo entonces tenía treinta y siete años y me encontraba a bordo de un Boeing 747. El gigantesco avión había iniciado el descenso atravesando unos espesos nubarrones y ahora se disponía a aterrizar en el aeropuerto de Hamburgo. La fría lluvia de noviembre teñía la tierra de gris y hacía que los mecánicos cubiertos con recios impermeables, las banderas que se erguían sobre los bajos edificios del aeropuerto, las vallas que anunciaban los BMW, todo, se asemejara al fondo de una melancólica pintura de la escuela flamenca”.
SINOPSIS Mientras aterriza en un aeropuerto europeo, Toru Watanabe, un ejecutivo de 37 años, escucha una vieja canción de los Beatles que le hace retroceder a su juventud, al turbulento Tokio de los años sesenta. Con una mezcla de melancolía y desasosiego, Toru recuerda entonces a la inestable y misteriosa Naoko, la novia de su mejor y único amigo de la adolescencia, Kizuki. El suicidio de éste distanció a Toru y a Naoko durante un año, hasta que se reencontraron e iniciaron una relación íntima. Sin embargo, la aparición de otra mujer en la vida de Toru le lleva a experimentar el deslumbramiento y el desengaño allí donde todo debería cobrar sentido: el sexo, el amor y la muerte. Y ningúno de los personajes parece capaz de alcanzar el frágil equilibrio entre las esperanzas juveniles y la necesidad de encontrar un lugar en el mundo.
Este es el segundo libro que leo de Haruki Murakami. El primero fue De qué hablo cuando hablo de correr y he de decir que este autor tiene algo que me atrapa. La historia de Toru Watanabe no es especialmente interesante en sí, pero los personajes, muy japoneses por cierto, hicieron que me quedase enganchada a sus páginas de un modo sorprendente. Había momentos en los que hubiese querido ser la autora para poder cargarme a alguno de ellos, pero siempre sentía una brisa fresca en la cara, una atmósfera bien construida y deseos de conocer el destino de todos y cada uno de esos personajes.
La acción se desarrolla en Tokio a finales de los años sesenta, y los estudiantes japoneses están involucrados en protestas contra el orden establecido.
Toru tiene un “mejor amigo”, Kizuki, que junto a la novia de este, Naoko, conforman todo su universo adolescente. A Kizuki solo le conoceremos a través de los ojos de Toru y Naoko, pero es un personaje que marcará a ambos de un modo profundo. Los pensamientos de Toru sorprenden al lector y le hace percibir un cierto distanciamiento entre la realidad y sus emociones: A veces puede parecer que carece de ellas.
Después del suicidio de Kizuki, cuando vuelven a reencontrarse, la relación entre Naoko y Toru se vuelve extraña y asfixiante, en algunos momentos. Yo lo catalogaría de tortura emocional, incluso, por parte de ella. Involuntaria, sí, pero no por ello menos dañina.
Entonces aparece en escena Midori Kobayashi, una estudiante de teatro extrovertida, alegre y segura, que establece una relación algo ambigua con el protagonista.
El descubrimiento de la sexualidad, la búsqueda de la felicidad, el amor, la pérdida y la extraña relación de la cultura japonesa con el suicidio son algunas de las emociones en las que indaga Murakami en esta novela.
Como curiosidad os diré que el subtítulo es una alusión a la canción preferida de Naoko, Norwegian Wood, de The Beatles.
Recomendación de este mes: Tokio Blues, de Haruki Murakami