Top 10: tipos de choferes de colectivo

Si dividimos a las personas en dos grandes grupos -“Personas que cruzan las rayitas de cebra” y “Personas que manejan”- probablemente muchos de estos primeros alguna vez se encuentren con los del segundo grupo. Como yo pertenezco al primero me pareció que a modo de distensión y ocio podría hablarles hoy de los diferentes tipos de choferes con los que en mas de una ocasión me toco compartir viaje.
1- El optimista: frases como “hay lugar al fondo, señores” y “vamos pasando mas atrás por favor que hay espacio” son constantes en las exclamaciones diarias de este chofer. Uno puede estar viajando con un pie adentro y el resto del cuerpo afuera pero para él siempre habrá lugar para todos.
2- El romántico: sabes que estas viajando con un romántico cuando encontrás el colectivo plagado de ositos de peluche rodeando al estimado. Y no descartes que pertenezca a esta categoría pensando que tal vez se deba a que su religión desconocida exige que se realicen sacrificios peluchísticos porque es muy probable que no sólo se encuentre rodeado de felpa sino escuchando y haciéndote escuchar los temas más dulces y descorazonados que puedan existir.
3- El entrenador: este señor cree ciegamente en tus capacidades triatlónicas y olímpicas, y es el gran responsable del triple salto mortal o la escalada que tenés que realizar cuando vas a bajar o subir del colectivo. Ejercita tu cuerpo y mente exponiéndote constantemente a giros y frenos inesperados.
4- Vin Diesel wannabe: él no esta yendo contigo ni con los otros 20 que se encuentran a bordo. Su Mercedes, él y el camino son todo lo que se encuentra sobre la ruta. Tiene los lentes bien puestos y la posición de encontrarse listo para sacarle polvo al asfalto. De aparecer otro chofer en algún semáforo, los tres van a pasar a ser cinco pero para la carrera -en la mente de nuestro estimado- más holywoodense de su vida. Para los que viajamos con ellos, aunque para estos no existamos, es mejor que vayamos imaginándonos algún cinturón de seguridad y que alguno empiece a rezar.
5- El “la vida es un viaje”: no tiene apuros. Vos podés salir temprano de tu hogar y contar con la seguridad de llegar temprano, pero no si viajas con él. Para religiosamente las veinte mil veces que le tocan el timbre. Cada timbrazo es motivo para volver a reducir la velocidad y disfrutar de una pausa; tomar unos cuantos sorbos de terere, cambiar el cartelito de destino o contar sus monedas. Es genial viajar con él cuando no tenés apuro, pero Murphy se ocupa de que subas a su colectivo SOLO cuando vas sobre la hora.
6- El comeboletos: vas a subir, pagar tus 2300 guaranies pero el no se va a dignar siquiera en darte el boleto y, si sos yo, te vas a quedar hasta que invente uno. En algunos casos capaz consigas que te lo dé y en otros que solo vayas a conocer el lado oscuro de la humanidad.
7- Party driver: lo raro de viajar con él es que no te encuentres a alguien bailando. Tiene la música a todo volumen y si es de noche hasta apaga las luces para ambientar. Todo el camino es una fiesta y posiblemente te quedes sin poder aparentar estar dormido cuando el que controla los boletos suba al partymovil.
8- El guía turístico: lo vas a ver con alguien en el asientito de al lado o atrás hablando con él e informando las paradas mas conocidas a todos los interesados. ¡IDENTIFICACIONES, SEÑORES!
9- El repulsivamente casanova: este señor esta mas casado que la familia Simpson con su sofa (?) pero vas a ver el colectivo lleno de stickers diciendo lo contrario y lo “macho” que es. Si vos, mujer, subís es muy probable que al pasarte el boleto te toque los dedos durante un rato o que cuando bajes lo veas mirándote con una de las cejas levantadas por uno de sus espejos. Este es uno de esos choferes que de solo describirlo me da pesadillas despierta.
10- El chofer perfecto: es difícil que lo encuentres pero una vez que lo hagas vas a odiar a los nueve anteriormente citados. ¿Qué digo? ¡De todas maneras vas a odiar a los nueve anteriores! Pero a este, imposible. Él tiene tu vuelto y boleto preparado cuando subís y le pagas, generalmente va con la cantidad de gente justa, pasa música razonable a un volumen razonable, conduce a una velocidad permitida por la ley y cuando vas a descender podes hacerlo tranquila y no perder un zapato o la vida en el intento.
Los choferes perfectos son muy pocos pero ¡hey! eso es mejor a que estén extintos. Si te toca viajar con uno de ellos, abrazalo (?)