Torcido

Domingo, se había levantado de un humor de perros decidió ponerse escribir para un certamen literario sin intención de simplemente por volver a participar es mucho tiempo sin intentarlo.Se puso manos a la obra y preparo un breve poema.Para no perder la costumbre las bases de los premios literarios que llegaban a su correo electrónico siempre lo hacían con plazos de entrega excesivamente cortos, cuestión a la que estaba más que acostumbrado sabía sobradamente que los envíos masivos no suelen ser puntuales.En aquel mes de enero recibió otro nuevo encargo que nada tenía que ver con la radio, le habían sugerido que se presentara un concurso de micro relatos , así lo hizo aunque la temática le pareció excesivamente complicada contar una historia con tan sólo 100 palabras no era tan sencillo como pudiera parecer. Sin dudarlo acepto el reto solo por el placer de ponerse a prueba una vez más había perdido la costumbre de presentarse premios literarios, la idea le pareció sugestiva y así lo hizo en una mañana preparar los textos y los envío desentendiendose cómo hacía siempre de todo aquello que enviaba tras revisarlo una y otra vez y convencerse asimismo de que no había perdido facultades, aunque para centros aún adolecía de falta de seguridad en sí mismo necesitaba un espaldarazo que no llegaba desde hace tiempo para volver a escribir con la fluidez con la que siempre lo había deseado.
Asumen que volvió la idea de hacer una incursión algún taller literario no si creyera demasiado en aquellos sistemas de trabajo simplemente necesitaba volver a sentir que podía escribir sin sentirse culpable por hacerlo.Tras mucho meditarlo volvió revisar los trabajos los envió y se desentendió del asunto saliendo a caminar con la cabeza llena de dudas...Trato de olvidarlo y salió  a pasear con la intención de refrescar sus neuronas, si seguía sintiéndose así iba acabará quedamos el día y no estaba por la labor después de todo escribir era una de las pocas cosas que todavía le hacía feliz.Sin duda la lectura era el mejor camino para llegar a ser un buen escritor o al menos intentarlo.Ensimismado en esos pensamientos pasó la mañana.No estaba siendo un buen día para el ,demasiados recuerdos se agolpaban en su mente y no precisamente gratos.  Escribir a día de hoy era lo único que le deba alegrías pero no réditos económicos.Prefería no pensar se estaba angustiado demasiado.Mal presagio para un domingo soleado e invernal ,su cabeza le había respetado mientras escribía acto seguido una sensación extraña de pesar le invadió.Tenía un nudo en la garganta y una sensación de tristeza y amargura ,no estaba de buen humor ,sólo escribiendo se sentía en paz.La historia de cien palabras brotó de forma incontrolable al igual que el poema,reconocía aquella sensación de paz después de mucho meditar,todo volvió a la normalidad, comprendió que la sensación era fruto de la tensión que le produjo  pensar que tenía volver a demostrarse que no era tan malo ,ni torpe como muchos le habían hecho creer.Sólo quería recuperar su ánimo y volver a escribir tras mucho tiempo sin hacerlo,la sensación era parecida a la de un amante primerizo con todo lo que conlleva.Escribir no era sufrir ,lo que le hacía sentirse mal era su extremado sentido del ridículo que le había llevado a quemar todos sus escritos una y otra vez.Estaba angustiado ,no era más que un tipo que ansiaba escribir ,sentía que le faltaban imaginación y seguridad en sí mismo.Aquel domingo se sintió fracasado ,viejo y asustado..No estaba en paz consigo mismo,sólo se le ocurrían textos depresivos y estomagantes.Sin duda era un mal día...