Soy muy desconfiada, con el tiempo cada vez más. Y es por eso que no entiendo a la gente que se pone a conocer a alguien, pero se cierra por completo a hablar de sí mismo. Obviamente, no me mas a contar tus más oscuros secretos al segundo día de conocerme, pero tampoco es cuestión de ser Don Misterioso. No estamos en una película, y tanto misterio me hace pensar mal.
Tampoco es agradable el intentar sacarle información a esa persona a la que quieres conocer, ya que la conversación se acaba convirtiendo en una entrevista, donde tú formulas preguntas y la otra persona te responde lo más simple posible. Sin entrar en detalles, y obviamente, sin devolverte ni una sola de las preguntas.
Sé que soy muy paranoica, y que tiendo a hacer una montaña de un grano de arena, pero es que me hace sentir tan inútil esto.
De verdad que me resulta horrible sentir que me ocultan cosas. Me paso el día pesando si son imaginaciones mías, o hay algo más detrás de tanto misterio. ¿Cómo confiar en alguien que no confía en ti para abrirse?
Cada vez tengo más claro, que aquella frase que tanto me dolió cuando me la dijeron, era la pura realidad.
Lo que buscas, no existe.
Y es que parece imposible encontrar a alguien transparente. Disfrazan su indiferencia por conocerte con falsos “te quiero” para que te confíes, y en cuanto se han cansado de tomarte el pelo, desaparecen. Luego se extrañan, e incluso enfadan, cuando yo no pronuncio esas dos palabras. Pero, ¿cómo sentir amor por alguien a quien no conoces, ni se deja conocer? Y si, digo amor, porque para que yo le diga “te quiero” a alguien, tengo que sentirlo de verdad. Y ese sentimiento no nace de la nada.
Ya no sé si soy yo la que pone las cosas tan difíciles, o son los demás los que las hacen así de complicadas.