Si nos comprometemos con la literatura, es necesario que lo hagamos también con quienes se empeñan en iniciar una actividad relacionada con ella. Abrir una librería nueva parece cosa de locos, tal vez lo sea: Tusitala abre sus puertas. Es digna heredera de "Amton Anton", la que antes ocupaba su lugar. Situada en pleno centro de Badajoz,en la Calle Meléndez Valdés a unos pasos de San Juan y de la Catedral y está llena de encanto. No es un decir, con mirar su escaparate y el cartel que la anuncia, os daréis cuenta de que es cierto todo lo que os digo.
Creo que una de las personas más felices del mundo en estos últimos días debe ser Agustín Lozano, su propietario: nuevo librero, escritor, traductor, profesor de escritura creativa... un hombre casi, casi del Renacimiento. Tuve la suerte de acudir a la inauguración el sábado y está vez me aventuré a hacerlo con toda la familia. Las niñas lo pasaron muy bien, pero (no podía ser de otra forma) querían tocarlo todo y es que Tusitala no es sólo una librería para ver, es para tocar: abrir los libros, mirar los juguetes sencillos, admirar las muñecas de trapo, los libros infantiles, los de adultos, los sellos, las washi-tapes .La vocación de Tusitala parece ir más allá que ser una mera librería, busca convertirse en un lugar de refugio para lectores y amantes de la literatura en general. Lo busca y estoy segura de que lo conseguirá. De momento Agustín nos convoca para una tertulia literaria el jueves 28 de octubre.La librería se llenó de amigos, de adoradores de las letras, o de personas que simplemente supieron que se abría una nueva librería y querían participar. Gentes de todas las edades y condiciones encontraron un libro, un juguete, algo que les enamoró en Tusitala. Porque en esa librería hay un espacio para libros que no encuentran su lugar en las librerías más convencionales, libros que parecen ocultarse a nuestra vista bajo el peso de los best-sellers promocionados por las editoriales (y eso que tenías un "Harry Quebert" en el expositor. No sé si te lo perdonaré Agustín).
Advertencia: es peligroso quedarse mirando el escaparate, porque está adornado con libros de lo más sugerente. Dice la leyenda urbana que han tenido que cambiarlo varias veces porque la gente pasaba y entraba rápidamente a hacerse con alguno de los libros expuestos. Si pasáis por Tusitala tened cuidado antes de mirar al interior, podéis quedar atrapados.