
El lunes, Carmen y Víctor se levantaron para comenzar la faena, llamaron a los críos, Víctor, con una voz desde el baño y la madre , cama por cama dándoles un beso y llenando el cuarto de luz.Tras el desayuno-contienda se subieron juntos en el coche y salieron hacia la escuela. Cuando él acabó las entregas se fue a su antiguo trabajo a recoger los papeles. No había estado nada bien la manera en que lo habían echado, le estaba subiendo el resquemor del día del despido. Acabó rápido y al salir se acordó de dejar “el resquemor” dentro. Se concentró en su libro, lo recordó, en la gaveta al lado de las herramientas de escribir.