Revista Diario

Una ley mental fundamental (Cambiar tus creencias, parte 3)

Publicado el 29 junio 2013 por Alxndro @al_x_ndro

“No podemos razonar fuera de nuestra irracionalidad básica. Todo lo que podemos hacer es aprender el arte de ser irracionales en una manera razonable.”
-Aldous Huxley

Al principio de mi aprendizaje sobre cómo funciona la mente me encontré aprendiendo cómo funciona la hipnosis. Ahora, no voy a llenarte a continuación de lenguaje técnico y difícil de entender porque la hipnosis es algo sencillo y muy cotidiano, aunque está rodeada por un aura de misterio. De hecho, mi intención es tomar algunos de sus términos y trasladarlos a lenguaje común para que veas cómo es algo sobre lo que siempre has tenido experiencia.

Primero definamos hipnosis:

‘El libramiento del factor crítico de la mente consciente, el establecimiento de pensamiento selectivo y aceptable.’

¿Que qué?

Esto quiere decir que es un estado en el cual la parte racional de la mente que se encarga de cuestionar las sugestiones que vienen del exterior ha sido sobrepasada y, al suceder esto, es posible aceptar nuevas sugestiones que son deseables y benéficas, es decir: es posible reprogramarnos. El factor crítico es aquella función de la mente que duda de las cosas que se le presentan, es una medida de protección para no aceptar cualquier cosa que se nos dice y de la cual no conocemos.

Es curioso, este factor crítico todo el tiempo pregunta sobre lo que viene del exterior: ‘¿Es cierto?’ Pero no lo pregunta sobre las creencias que ya tiene establecidas. De hecho, el hacer esta pregunta tú mismo sobre lo que pasa en tu interior, sobre tus pensamientos, es aplicar este mismo factor crítico para no creer en cualquier cosa, sobre todo en lo que concierne a tus creencias limitantes.

(Es por esto que las afirmaciones no funcionan, o por lo que sientes que no funcionan. Según tu experiencia y lo que has comprobado. Si piensas usarlas, te recomiendo usar afirmaciones amables más que positivas.)

Ahora, ¿cuál es la relevancia de esto? Muy fácil, esto implica que hay formas un poco más inmediatas de reprogramarte y el no saber cómo funciona esto puede hacerte vulnerable de ser reprogramado por tus circunstancias en vez de reprogramarte conscientemente. Lo que quiero más que darte atajos es compartirte las formas generales de librar el factor crítico para que las conozcas.

0. Querer creer
Éste es todo un requisito para poder cambiar una creencia. Si no encuentras alguna razón dentro de ti para querer cambiar de creencia (usualmente una variante de obtener placer o de huir del dolor), lo más probable es que nunca la cambies. El cambio que desees debe serte deseable, si no, sencillamente lo evitarás indefinidamente. Tienes que querer que suceda, tienes que creer que es posible. Pero ten cuidado con aquellas cosas en las que quieres creer, porque este deseo puede hacer que seas fácilmente engañado, manipulado, y programado por otros.

1. Crear duda, expectativa; un vacío
Esto se consigue cuando al factor crítico le queda claro que hay un elemento o más del rompecabezas (la situación) que no tiene y que, además, desconoce su forma. Por ejemplo, si se le da a la mente algo que es imposible de analizar o explicar (como el significado de un péndulo moviéndose de un lado a otro, como las razones de un milagro o un acto de magia), y se genera una duda, se logrará librar el factor crítico.

Así la mente se abre y sabe que requiere nueva información para llenar un vacío sobre algo del mundo sobre lo que no estaba consciente antes y la deja pasar. Es lo que sucede un poco con las primeras impresiones: conoces a alguien nuevo (reconoces que hay alguien en el mundo que no conocías), y lo primero que hace, dice, cómo viste, etc., definirá tu percepción de él, sobre todo si no lo frecuentas. Una primera impresión, un primer contacto, el reconocimiento de un vacío sobrepasa el factor crítico, pues sabe que tiene que aprender algo que es potencialmente vital para la sobrevivencia de la persona a la que sirve.

De esta manera, si creas tu propia duda, creas un espacio para reprogramarte de acuerdo a lo que deseas, no tanto de acuerdo a lo que es relativamente cierto. Si te preguntas si lo que piensas es cierto, abres un espacio en el cual puedes reprogramarte activa y constantemente.

2. Escuchar a una autoridad
Esta forma de sobrepasar el factor crítico es una de las más evidentes. Cuando percibimos a alguna persona, personaje, símbolo, o institución como una autoridad el factor crítico queda suspendido. Esto sucede por las dos previas razones: se supone que la autoridad cuenta con conocimiento que nosotros no tenemos sobre algún aspecto de la vida (crea una duda); y se supone que una autoridad debe buscar el bien de todos y, por inevitable autorreferencia, particularmente el nuestro (queremos creerle).

Así es que consideramos autoridades a

  • instituciones políticas y religiosas
  • figuras políticas y religiosas
  • médicos, chamanes, y sus genéricos intercambiables
  • científicos
  • filósofos y autores
  • nuestros padres (particularmente durante la infancia)
  • nuestros amantes (entiéndase aquellos que nos quieren y aman y aprecian: autoridades sobre nuestra valía)
  • (cualquier clase de especialista o experto… [cabría preguntarse si en verdad lo son)

Sí, vemos como una autoridad a cualquier persona que tenga conocimiento y experiencia que nosotros no tenemos y que, por lo tanto, nos lleva a tener que creer en ellos. Así han surgido movimientos y religiones enteras. Así es que se ha visto que un diagnóstico puede empeorar una enfermedad. Así es que se puede creer que la tierra gira alrededor del sol. Así es que se puede creer que hay un sistema de pensamiento correcto y absoluto. Así es que padres y madres pueden acomplejar a sus hijos. Así es que podemos pasar a odiarnos cuando el objeto de nuestro afecto nos deja.

Porque tanto el miedo a que la autoridad nos expulse del grupo al que sentimos pertenecer, y el amor que tenemos a la gente que queremos en nuestras vidas, pueden sobrepasar el factor crítico, el pensamiento racional, a cualquier prueba contradictoria.

Esto es importante, no olvides: las creencias están profundamente relacionadas con las emociones, sobrepasan todo pensamiento racional, por eso parecen no tener sentido (y no requieren tenerlo, así funcionan, no existe un solo ser racional sobre esta tierra, es un imposibilidad) y combatirlas lógicamente poco efecto logra tener, especialmente sobre una persona inconsciente de estos procesos.

Cada vez que sientas una emoción fuerte hacia algún pensamiento, recuerdo, evento, o persona, has encontrado una de tus creencias en acción. Obsérvala. Cuestiónala. Elige sobre ella.

Dicho esto, pasemos a la ley fundamental de cómo funciona la mente que prometí:

Aquello que la mente espera que suceda, tiende a suceder.

[Si la analizas un poco, verás que se asemeja bastante al enunciado del Pensador y el Comprobador. Quizá, incluso, podemos decir que el factor crítico es una faceta del Comprobador. Que es un modelo más.]

Por tanto, aquello en que creemos tiende a verse realizado en el exterior, principalmente por las creencias que tenemos al respecto. Por la forma en que nos vuelve selectivos con respecto a lo que sucede allá afuera.

¿Qué supones que va a suceder en tu vida?
¿Es cierto?
¿Qué puedes hacer para cambiarlo?

+ +

 

Índice de la serie:


Volver a la Portada de Logo Paperblog

Revistas