Revista Diario

Universidad Autónoma de Sinaloa

Publicado el 14 noviembre 2015 por Danielabarajas
Hoy, después de un tiempo, me vi en la necesidad de aparecer aquí para expresar algunas cosas que me tienen cansada, frustrada, decepcionada y sobre todo MUY MOLESTA.
Comenzaré por contar de la forma más breve que pueda, mi historia.
El año pasado terminé el bachillerato, y tenía muy claro que estudiaría derecho, pues una de mis ilusiones es convertirme en abogada y por supuesto, ejercer.
Pasé por el proceso de admisión en la Universidad Autónoma de Sinaloa, aspirando a Culiacán, capital del estado y donde se supone se encuentra lo de mejor calidad (a partir de aquí, la llamaré UAS, como es conocida.)
Primer punto: El sistema de su sitio web no está preparado para soportar la alta demanda de personas que desean acceder a una educación superior. Siempre hay fallas.
Segundo punto: Pasan los días y el sistema sigue sin funcionar, impidiendo que continúes con las etapas. Si tienes suerte, los desperfectos se corrigen, continúas y todo es felicidad.
Aquí cabe señalar, que no era mi deseo confiar esta etapa a dicha institución, son cosas que suceden al no tener otras oportunidades o recursos hacia donde dirigirse.
Pasada la etapa, vino el día del examen de admisión. (La facultad siempre ha tenido fama de ser, y lo señalo libremente LA PEOR de todas con las que cuenta la UAS) y, simplemente lo presenté. Fue un examen fácil y la experiencia en su aplicación fue agradable, hasta ahí todo muy bien.
Pasados estos episodios, llegó el día del resultado. ADMITIDA.
Comienza un nuevo camino, emprendo el corto viaje hacia mi "futuro", llamado Culiacán.
Los primeros días fueron excelentes, los profesores me tenían contenta (a excepción de dos) uno de los cuales, hasta la fecha me está haciendo acarrear con un GRAN PROBLEMA.
Los problemas más fuertes, llegaron el día que tuve que enfrentarme a la oficina de control escolar de ésta unidad académica, TODO su personal es inadecuado y su conducta repulsiva.
Te hacen dar mil vueltas por trámites que no tienen dificultad alguna y siempre que alguna duda te queda, ellos "no te la pueden resolver".
Son exigentes con sus tiempos pero no respetan los nuestros, pareciera que su trabajo es hacernos sentir menos.
Tuve muchos problemas con la "organización" que llevan para el "control" de la información, siempre que se debía visitar dicha oficina, había que volver en otro momento, cuando estoy segura, no era necesario.
Así pasó mi primer año, entre ausencias de docentes, compañeros de aula con los que nunca me integré, suspensiones de labores y personajes variados y algunos un tanto desagradables dentro del equipo de "maestros".
 Con el paso de los días me desanimé y llegué a creer que era mejor dejar de asistir, lo pensé mejor y decidí continuar, después de todo mi meta es ser una profesionista de nivel.
Al iniciar el segundo año, estaba aceptando el esquema y el sistema que no apruebo, pero debía aparentar y seguir adelante con lo mío.
A los pocos días del tercer semestre, por indicación médica tuve que volver a casa de mis padres, por lo tanto, debía también cambiar de unidad académica, para continuar con mi educación universitaria.
Comenzaba ahí, un nuevo proceso burocrático y agotante con el objetivo de pasar a la unidad más cercana, a la de Mocorito, para ser exacta.
Siempre con la mentalidad de que "seguramente todo iría mejor en la nueva escuela."
Para comenzar, tuve que hacer llamadas a la nueva unidad, cuya coordinadora no se encontraba.
Llevar a mi unidad académica (Culiacán) la solicitud por parte de (Mocorito) para ingresar allá y que así pudieran otorgarme la baja para proceder al registro en la base de datos de la nueva unidad.
Después de esperar cerca de dos horas al director para que firmara mi baja me enteré que antes de irse todo ese tiempo había firmado el formato Y NO SE ME NOTIFICÓ.
Luego de este episodio, fui  enviada a la torre de rectoría (que no puede estar más lejos de todo) a que se me expidiera un recibo para un nuevo pago, por el cambio de unidad académica, se elaboraron formatos que debí llevar a un segundo piso con una mujer que ni siquiera me vio, simplemente firmó los papeles en automático, mientras hablaba por teléfono.
Pregunté si sería todo y no recibí respuesta alguna, mi tiempo se agotaba y decidí salir de ese lugar, tras la actitud descortés de todos, encima de todo hacía un calor infernal.
Regreso a Mocorito y entrego la carpeta con todos los documentos que me fueron otorgados, recibí como respuesta un "veremos qué sigue".
Después me enteré que todavía no existo en los sistemas, pregunté de nuevo en Culiacán y se me dijo que NO TENGO NADA QUE HACER ALLÁ, que lo vea con la coordinadora de la otra unidad.
Coordinadora que por lo único que brilla, es por su ausencia.
Por lo tanto, hasta HOY 14 DE NOVIEMBRE no tengo respuesta.
Por otra parte, el proceso de integración fue rápido, me adapté, no lo había conseguido hasta estas fechas, con este ambiente,
Ahora, los sistemas son completamente diferentes, al ser éste un lugar más pequeño y su ubicación y por su calidad de extensión de la facultad que se encuentra en Culiacán.
Mi grupo vive uno de los peores semestres de la carrera, pues contamos con los docentes más incapaces que haya visto jamás. (A excepción de uno, que es al único que agradezco su labor.)
Una de ellas, suele reprochar lo malo que es el grupo y la poca obediencia y respeto que se aprecia, se encarga de esparcir frases como "USTEDES NO SERÍAN COMPETENCIA PARA MI EN LO LABORAL", "POR LO QUE USTEDES A PENAS VAN, YO YA LO TENGO... UN TÍTULO", "SON DESESPERANTES, OJALÁ TUVIERAN MI ENERGÍA" Y no, señora... Usted no es un ejemplo, o tal vez si... Un ejemplo de lo que NO DEBEMOS ser.
Vive de tratar de hacernos menos, cuando ella no sabe cómo desempeñar su trabajo como docente.
¿Qué motivación hay en eso?
Por otra parte, tenemos a un "docente" que no tiene la más remota idea de lo que está haciendo, sus clases consisten en dictar y enredarse solo, y eso es PÉSIMO. Pero pretende exigir como si él hiciera las cosas bien...
Uno más, que vive de dictar y transcribir... 
Otro que por más que quiera no se puede dar a entender, y cuando se plantea hablarnos de algo interesante "USTEDES NO LO VAN A ENTENDER PORQUE NO SABEN". Y no, no vamos a saber si no sabes explicar.
Tratan entre todos de hacernos creer que el error es nuestro por creer que ahí lograremos ser "alguien" por pretender estudiar derecho, por pensar que una universidad como esa tiene algo bueno que ofrecer.
Hay un hombre entre todos estos incapaces, que sabe hacer su trabajo y ser respetado sin pretender hacernos menos como otros.
Al único que le agradecemos cada clase, cada minuto.

Pero todos ellos, se enfrentan a una realidad. NO RECIBEN LA PAGA QUE LES CORRESPONDE.


Y por último, el diamante de esta joya de la incompetencia, la coordinadora que vive sin poder asistir por "compromisos" y cuando al fin va, pretende aplicar "mano dura" contra aquellos que falten, sin importar si hay justificación o no.
Ella no es un ejemplo de asistencia, precisamente. Pero ella sí se puede justificar porque tiene cosas importantes que hacer, y nosotros somos simples estudiantes. Ella si puede sentirse mal, nosotros NO.
En fin, espero que si alguien me lee, le vaya mejor que a mi con su institución educativa.
Si alguien de la UAS lee esto, espero que su facultad si funcione como se supone que debe hacerlo.
Si alguien de la facultad de Derecho de la UAS me lee, ojalá que hayan tenido mejor suerte que yo.

Es todo por hoy, pero seguro continuará...



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