No he ido nunca a depilarme a un centro de estética. No me llama nada la atención, me parece un rollo tener que pedir cita, hacer un hueco en la agenda (ahora más impensable que nunca), enseñar las partes pudendas y gastarse las pelas. Lo bueno de hacerlo en casa es que cuando tengo un rato lo mismo me da que sean las 7 de la mañana que las 11 de la noche. O en domingo. Y que si la zona está llena de pelos no siento vergüenza ninguna.
Por otro lado, ahora menos, pero hasta hace no muchos años he sido una auténtica obsesa de la depilación. Vamos, que iba siempre perfecta, ni un pelo de más, y eso es difícil de conseguir cuando vas a un centro porque tienes que dejártelo crecer un poco para que se pueda retirar bien.
Por ese motivo, en casa siempre me he apañado sin problemas y llevo usando los mismos productos desde hace siglos. Para cada zona un producto, el que he visto que mejor me va, ya hablaré de ello si a alguien le interesa.
El caso es que llevo años usando la cera tibia Veet. Una cera que se calienta en el microondas y se retira con bandas que se pueden lavar y reutilizar. Es muy suave, depila muy bien incluso el vello cortito y me va estupenda para las ingles, las axilas y el bigotillo.
Pues bien, aunque no lo tengo confirmado, creo que la van a retirar del mercado y yo estoy ya tirándome de los pelos (¡nunca mejor dicho!). Desde hace algo más de un mes, en los supermercados y droguerías de mi zona ya no la encuentro. En su lugar, han sacado esta:
Cuando se me acabó el último bote de la habitual, la compré, qué remedio. No me gusta cambiar de cera. Ya he tenido experiencia con ceras que no me han gustado nada y sé que es tirar el dinero. Pero ante la imposibilidad de encontrar la "buena", la compré para probar. Como me imaginaba, es una mierda auténtica. No depila el vello cortito por lo que el bigotillo es misión casi imposible. Y en las ingles no conseguía despegarla con las bandas, se me quedaba pegada a la piel y a final me hice varios moratones. Vamos, ¡que no depila!.
Conseguí que mi marido me comprara un bote de la de siempre en el Bodybell que está al lado de su trabajo y me comentó que era el último que quedaba en la estantería. Por Internet he logrado hacerme con otros tres botes más. Y voy a seguir atesorando esta cera cada vez que me la encuentre porque el día que se me acabe no tengo ni idea de qué voy a hacer.
Me revienta profundamente que retiren del mercado productos buenísimos sin motivo ninguno. Es como dejar a la clientela con dos palmos de narices sin ofrecerles nada mejor. ¡Se han lucido los de Veet!.