Revista Diario

Veinticuatro horas con Laura

Publicado el 16 mayo 2011 por Julio
Jueves 3 de Febrero de 201108:23 Laura despierta tirada en medio de un callejón, tiene todo el cuerpo entumecido por el frío, los pantalones completamente sucios y  húmedos, la camisa de manga corta que lleva tiene dos rotos bajo las axilas, el pelo revuelto y bajo las uñas restos de sangre seca. No sabe cómo ha llegado a ese lugar,  no sabe si ha pasado ahí la noche, le duele todo el cuerpo, no sabe que ha pasado esa noche, no sabe ni su nombre. Aturdida y completamente sumergida en el terror que es levantarse sin acordarse de uno mismo, grita, un grito gutural que le nace en las entrañas, un grito con el que hasta ella tiembla de terror. Completamente en shock, se queda paralizada.09:32Se levanta, confusa, intenta arreglarse el atuendo, parece que ha estado en una guerra, no conoce la ciudad, no conoce las calles, resguardada en la falsa intimidad que le da el callejón duda salir al mundo, no quiere que la vean de esa forma. Camina unos pasos temblorosa, hasta asomarse a la calle. Hay poca gente, casi no hay tráfico, se fija que puede ser un polígono industrial, a su derecha un concesionario de coches que aún sigue cerrado y a su izquierda un taller de reparación. Piensa que es irónico que estén unidos, piensa que es ridículo que se ponga a pensar en esas estupideces, necesita mirarse a un espejo para saber quién es esa mujer que ella no recuerda. Cuando va a salir corriendo en alguna dirección, da igual cual tomar, se da cuenta que tiene en la mano cogido con todas las ganas una especie de librito. Lo mira, es de piel negra, está bastante usado, viejo podría decirse, tampoco lo reconoce, lo abre y descubre que es una agenda con cientos de nombres, teléfonos, direcciones, anotaciones y en la parte trasera encuentra muchos billetes, cerca de dos mil euros y un papel donde sólo pone: “Laura, no vallas a casa, creo que no es buena idea, llámame, estaré en Barcelona el resto de la semana, desaparece tú también. Te quiero, Jorge“.
Piensa que algo es algo, así tiene un camino con el que comenzar a encontrarse. ¿Jorge? La resulta familiar pero no puede recordar.10:46Está sentada en la mesa de un bar que deduce es para trabajadores del lugar, huele a fritanga, a jamón, a café, vino y tabaco, se ha pasado más de una hora en el baño intentando recomponer su imagen mientras se miraba de reojo en el espejo para ver si conocía a esa mujer que la mira. Extraña sensación, sentirse viva pero en otra parte, en otro mundo,  sentir que eso que ves, el reflejo que da el espejo eres tú, pero no lo conoces, no te resulta familiar, es como si recién conocieses a una persona y debieras vivir con ella obligadamente. Ha pedido un café y algún que otro pincho de comida, está hambrienta. La tortilla de patata, no le resulta extraña, los sabores no los ha olvidado, ¿Puede un ser humano olvidarse de los sabores? No la resulta nada nuevo, sólo diez minutos que no se ha sentido tan perdida, la comida le ha llevado a un extraño sentimiento de hogar. Mientras apura el café, echa un ojo a la agenda, no reconoce nada por lo que decide preguntar al camarero en qué calle se encuentra, la dice que está a las afueras de Málaga,  algo que le asusta ya que casi todas las direcciones y teléfonos, incluido el que viene junto al que ha deducido que es su nombre ya que viene en la primera página, son de Madrid. Le pide que le explique cómo llegar a la estación de trenes y decide que Madrid es su siguiente paso. Se siente con fuerzas, algo en su interior  la empuja a luchar, después de los minutos de derrota tras despertar se siente con fuerzas para descubrir quién es, qué ha pasado. 12:00Se encuentra eligiendo ropa en una tienda que hace esquina con la estación de trenes, su tren no sale hasta la 13:00 y decide que es mejor que compre algo, se decide por unos vaqueros nuevos y una camisa con la serigrafía de los Ramones, decisión que le sorprende, porque extrañamente recuerda su música y se recuerda a ella bailando sus canciones en un local que ahora ve como oscuro y lejano.14:00Sentada en el tercer vagón del tren que se encuentra vacío, siente la intimidad necesaria para releer una y otra vez los nombres, las direcciones en voz alta,  para encontrar algo que le haga recordar, sobre todo lee las pequeñas notas a forma de diario que quedan en la parte final, lleno de tachones y borrones:“Comprar regalo para Sandra, consultarle a Jorge”“Llamar a Jorge antes de su marcha, decirle que lo voy a solucionar”“Llevar los papeles al banco”“Llamar a Olga para asegurarme que no dirá nada”“Decir a Jorge que ya se acabó todo, que esté tranquilo, que no se preocupe”Esa frase, ¿Jorge? ¿Quién sería ese Jorge? ¿Su novio, amigo, familiar? ¿Qué se habrá acabado? Por su situación actual parece que no se acabó, que todo fue a peor, es lo que debe averiguar. Busca en la agencia la dirección de Jorge sin obtener ningún éxito. Busca la suya propia, calle  Ayala. Un flash la trae a su cabeza la plaza de Colón,   ella corriendo con el cuerpo atenazado por el miedo. Comienza a recordar, al menos recuerda sentimientos. Busca la dirección de  Sandra que también aparece en las anotaciones y ve que es su misma calle, cuatro números más abajo. Hace calor, se quita la chaqueta que acaba de comprar y ve que aún tiene sucios los brazos. Se levanta mirando a todas partes, siempre mirando de reojo su propio reflejo en los cristales del vagón intentando reconocer a esa extraña que le sigue a todas partes, se dirige al baño, allí acaba de limpiarse y se coloca mejor el pelo, cuando sale, descubre que la agenda ha desaparecido del asiento, mira por todo el vagón, vuelve  al baño, todo esta vacío, en silencio, no hay nadie más viajando en ese vagón, empieza a pensar que se ha vuelto loca, menos mal que ha memorizado las calles, cuando llegue a Madrid, será lo primero que visite, su supuesta casa. 16:15Camina por la estación de Atocha, aunque sigue sin recordar, todo le resulta familiar, siente que no hace mucho ha caminado por esa estación pero en sentido contrario, vuelven los flashes, se ve a ella huyendo de alguien a quien no conocía, ni conoce, justamente por el mismo sitio que ella camina, en dirección contraria. Vuelve a abrir los ojos justo cuando está a cuatro metros de la puerta de salida, menos mal que el dinero lo guardó en el bolsillo del pantalón, coge un taxi y le da la dirección de su casa, no sabe si se encuentra lejos o cerca, cuando el coche arranca se fija en la puerta de la estación y ve a un hombre que no deja de mirarla con su agenda en la mano, cuando se aleja sigue mirando por la ventana de atrás y logra distinguir que él también coge el taxi y la persigue. Decide decirle al taxista que la deje el la plaza de Colón, algo se le ocurrirá allí. 16:39 Camina sola por la acera mirando en todas direcciones, en las últimas calles ha perdido el rastro del taxi que cree que la sigue, no ve nada sospechoso por lo que se dirige a su casa, a medio camino se da cuenta que recuerda cómo ir y se alegra. Otro flash que hace que cierre los ojos y se pare con la respiración cortada, es todo muy borroso, su casa, varias personas, entre ellas Jorge, que por fin ve su cara y otro hombre que lo tiene cogido por detrás apuntándolo la cabeza con un arma, muchos nervios, confusión y sangre, pero no ve de quién es ni cómo se hizo. Comenzar a recordar esta siendo doloroso, un momento en el que piensa si merece la pena. ¿Qué es lo que la ha llevado a esa situación?17:04Subiendo las escaleras del portal de su casa se da cuenta que no tiene las llaves, pero cuando está frente a la puerta descubre que está abierta y con un solo empujón se introduce dentro. Oscura, revuelta, ahora recuerda todo lo que ocurrió la pasada noche, ahora lo ve con claridad y sale corriendo al salón esperando encontrar el cuerpo sin vida de Jorge, pero solo encuentra una habitación completamente destrozada y una gran mancha de sangre sobre la alfombra. 17:05Llora desconsolada en el sofá rajado de su salón, recuerda la escena ocurrida la noche anterior pero sigue sin recordar lo demás. Llora hasta quedarse dormida.18:58Un fuerte ruido la despierta, un hombre a su lado, apuntándola con un arma. Paralizada, le hace caso y se levanta lentamente. No para de repetirla: -¿Dónde está?- No entiende nada, aturdida no  contesta, siente que diga lo que diga solo valdrá para empeorar la situación. El desconocido insiste, hasta que cansado, le golpea fuerte en la cabeza y se la lleva.21:56Despierta atada en una silla en algún sitio que no distingue, ya se acuerda de todo, irónicamente el último golpe ha hecho que recuerde todo lo ocurrido, se acuerde de ella, de su profesión, qué hacía en Málaga y cómo llegó, la viene todo a la mente hasta que abre los ojos  y ve a Jorge sentado frente a ella desangrándose, está casi inconsciente, no puede ni moverse porque como ella también lo han atado, las lágrimas aparecen por sus mejillas, el hombre con un tiro en el estómago es su marido y esta ahí por ella. No se reprime y se derrama, todavía no se ha dado cuenta que un grupo de personas los esta observando.02:25-Laura, por última vez, ¿Dónde están las fotografías?No lo sé, no lo recuerdo.Ha decidido usar su amnesia para ganar tiempo, tampoco sabe muy bien qué hacer, las fotografías estarán en Málaga, la última vez que las vio fue cuando buscando un hotel, la asaltaron dos jóvenes y la robaron todo menos la agenda, siempre aferrada a ella. Ahora se acuerda de todo, del golpe que recibió en la cabeza y de las sirenas lejanas que hicieron que sus asaltantes marcharan corriendo, después oscuridad, después el despertar en la nada.-O lo dices, o le matamos.Un joven, que no tendrá más de 20 años coge a Jorge por el cuello, un solo tirón fuerte y la vida habrá acabado.-No se lo digas Laura, es lo único que nos queda.-Jorge, pero…-No lo digas Laura, se salvaránacuérdatede lo terrible que hicieron, del sufrimiento de esas niñas02:30Se acuerda del despacho, cuando aquél hombre les trajo una denuncia conjunta de él junto a otros  padres más hacia un político conocido, lo acusaban de haber secuestrado a sus hijas y de haberlas vendido para que ejercieran la prostitución. En un primer momento creyó que era una broma, pero el semblante serio de Jaime la hizo pensar que podía ser un caso muy grande para tres abogados que comenzaban su carrera en solitario tras dejar atrás un buffet enorme e impersonal. Se acuerda de los primeros meses, solo se encontraban con puertas cerradas y callejones sin salida, hasta que un día Jorge les dio una buena noticia, se había hecho amigo del hijo del político. Meses más tarde y tras una complicada operación se hicieron con unas fotos comprometidas del político abusando de una de las hijas de los denunciantes, algunas seguían encerradas a la espera de ser vendidas en los sótanos del Hotel que también era propiedad del político.Cuando descubrieron a Jorge todo fue muy veloz, una persecución a contrarreloj, solo importaba proteger las fotos. Irónicamente esas fotos se las llevaron un par de jóvenes que buscaban algo de dinero para consumir. Para salir del paso se inventó una última salida.-Las fotos están en casa de Sandra. Y les dio la dirección, sabía que ella no se encontraba allí, todos habían huido, eran tres hombres los que los retenían y ella estaba a punto de desatarse, era lo último que se le ocurrió para poder escapar, o simplemente acercarse a Jorge y despedirse. No contó que cuando los hombres decidieron ir a revisar la casa, les clavaron unas agujas inyectándolos algún tipo de tranquilizante que les dejó dormidos casi en el acto.7:49La fuerte discusión de fondo despierta a Laura, son ellos que regresan de la casa de Sandra. Jorge esta inconsciente y  ella le cuesta enfocar, aún siente el efecto de las drogas que le han inyectado.-Zorra, no hay nada en esa casa, las fotos no están, ¿Dónde están?Se acercaba con la pistola apuntándola directamente en la cabeza.-No sé, tenían que estar allí, igual se las ha llevado Sandra.-¡Mientes!Y acto seguido escucha una fuerte explosión. Cuando puede abrir los ojos, se mira por todo el cuerpo, no hay sangre, pero el suelo esta lleno. Mira a Jorge y ve el hueco que hay en su cabeza. Se paraliza con la mirada clavada en ese hueco, hundida siente como todo se derrumba, sin nada ya que perder, confiesa toda la verdad.Las llevaba conmigo, cogí el primer tren que había para huir de vosotros, a Málaga, allí me robaron, desperté sin recordar nada y sin las fotos, de verdad, es la verdad.-¡Mientes!Un segundo disparo y de repente todo en silencio…Jueves 3 de Febrero de 201108:00Suena el despertador,  Laura se levanta de un salto justo en el momento del disparo, está sudada y jadeante, incluso le cuesta respirar, mira a su lado y descubre a Jorge durmiendo placidamente, se sonríe.-Buff, debo dejar de ver esas películas antes de dormir. 

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