Hola a todos
¿Cómo están? Mi nombre es Verónica y soy una más de las seguidoras de este maravilloso espacio (El Rincón de Cabal).
Les escribo para contarles que el 26 de enero me encontré con un post en el que David compartía con todos nosotros actividades para incentivar la Escritura Creativa. Como llevo tiempo tratando de plasmar en papel mis pensamientos y darle forma a mi creatividad decidí darle una oportunidad y echarle un vistazo a la entrada.
Me enganché con todos los temas que en ella se trataban, desde cuál es el mejor soporte para anotar ideas que nos vienen a la mente en cualquier lugar y circunstancia, hasta ese hermoso TIP que llamó mi atención y que – aunque traté de recordar si alguna vez lo había utilizado -, me di cuenta que nunca lo había llevado a la práctica. Estoy hablando el de anotar los sueños…
Soy una persona soñadora, en todos los sentidos. Me atrevería a decir que no hay noche que no sueñe con algo que fácilmente recuerde a la mañana siguiente. Suelo tener sueños extraños, de esos que te hacen sonreír al despertarte por reconocer lo descabellado del argumento.
Suelo mezclar absolutamente todo lo que me ha pasado, lo que he pensado, lo que he escuchado, lo que he imaginado y lo que he añorado en un solo sueño y de ahí surge una ensalada compuesta por miles de vegetales a la que difícilmente le podamos poner un nombre.
Como le comenté a David, probablemente podría hacer un nuevo “El señor de los anillos” si me pusiera a describirlos con exactitud… de modo que pensé en su consejo y me acosté a dormir. A eso de las cinco de la mañana, víctima de mi eterno problema de insomnio me desperté exaltada, con un montón de imágenes en la cabeza y con una sensación de tristeza y de angustia en el pecho.
Las palabras de David se me vinieron a la mente y con los ojos un poco molestos por el brillo que me devolvía la pantalla del celular comencé a escribir éste texto que luego publiqué en su entrada:
Lo prometido , ¡¡cumplido!!
5.30 de la mañana aquí en Argentina… me despierto y lo primero que viene a mi mente es lo que he soñado y la foto de tu libreta entre tus manos…
Escrito en mi celular (porque todavía no he comprado la mía), con los ojos hinchados y los pelos revueltos. Sin correcciones y sin mucho sentido te comparto lo primero que se vino a mi mente recopilando las imágenes y sensaciones que me han dejado el sueño de esta noche!:
Una vez soñé que…
Soñé que el agua se había apoderado de todo a su alrededor.
La ciudad, como una Venecia moderna, dormía rendida ante la inmensidad de un agua calma y oscura como si fuera un lago de agua de rió que viene de la selva.
Navegaba en bote por las calles o canales, y me dejaba conmover por el silencio y la desolación.
El día gris se amalgamaba con las paredes de los rascacielos vencidos por la humedad y el tiempo.
Sentía que millones de ojos me observaban a través de sus vidrios… pero no podía percibir si quiera un aliento. Todo parecía vació, como muerto. Todo parecía silencio.
De pronto la quietud se convirtió en corriente violenta que arrastró mi bote por los ríos con nombres de próceres de otros tiempos, por encima de tumbas y por debajo de puentes.
Lloraba lenta pero profundamente. Dejándome invadir por la angustia de saber que el final se había hecho carne y los hombres ya no eramos hombres… éramos peces.
Y toda la libertad que imaginé alguna vez sentiría siendo pájaro o pez no era más que angustia, incertidumbre y soledad.
Navegué sin rumbo. Los lagos se convirtieron en ríos y los ríos en mares.
Navegué por amaneceres sin colores hasta perderme en atardeceres oscuros y morí tendida en la barca buscando un poco de humanidad en este nuevo mundo.
Veronica Mroczek
¿Qué decirles? No sé si lo que salió es bueno o malo. No soy yo quien deba juzgarlo… pero sí puedo decirles que el recurso es poderoso, que si eres de esas personas que pueden recordar lo que han soñado vas a tener entre tus manos una fuente inagotable de inspiración y por sobre todo, de búsqueda.
Ojalá se animen a contarnos qué han soñado… quién te dice puedas estar soñando tu próximo Best Seller.
Que tengas un gran día, pero sobre todo… ¡que tengas grandes sueños!
PD.: Podéis encontrar un enlace a la entrada en la que publiqué el comentario del que les hablaba más arriba pinchando aquí.
Escrito por Verónica Mroczek, autora del blog Compartiendo la Vida.
Archivado en: Relatos Tagged: Compartiendo la Vida, Escribir, Escritura Creativa, Fantasía, Pensamientos, Relato, Verónica Mroczek