Volverás a Alaska de Kristin Hannah

VOLVERÁS A ALASKA
Kristin Hannah
Traductor: Jesús de la Torre
560 páginas
Suma de Letras

Ernt Allbright vuelve de la guerra de Vietnam convertido en un hombre distinto. Incapaz de mantener un trabajo, toma una decisión impulsiva: toda su familia comenzará una nueva vida en la salvaje Alaska, la última frontera.Con apenas 13 años, su hija Leni ansía encontrar su lugar en el mundo, mientras que su mujer, Cora, estaría dispuesta a cualquier cosa por el hombre al que ama, aunque eso signifique seguirle en su aventura hacia lo desconocido.En una inhóspita y remota esquina del país, los Allbright encontrarán una pequeña comunidad de hombres aguerridos y mujeres aún más fuertes en la que labrarse un nuevo futuro. Allí, Leni tendrá que madurar muy deprisa, enfrentándose al desafío de una naturaleza desmesurada y cruel, a lo que oculta su propia familia y a la tormentosa relación de sus padres. Pero cuando el invierno llegue y el frío y la oscuridad lo invadan todo, madre e hija descubrirán que, en un entorno hostil, nadie puede salvarte más que tú mismo.

  

Tengo desde hace un año El ruiseñor y El baile de las luciérnagas en mi estantería y... ¡matadme!, no me he puesto con ninguno de los dos a pesar de tenerle muchas ganas a la autora. Así que cuando en Oasis Literario se propuso la lectura conjunta de Volverás a Alaska supe que era mi momento con Kristin Hannah.
¿Y qué tal me ha sentado esta prenda? Me ha encantado. Ha sido una lectura que ha ido de menos a más y acabé descubriendo que ese menos era necesario para cimentar lo que venía después, para comprender mejor, para situarse con mayor exactitud, para sentir más. 
¿Qué hilos entreteje? La vida de los Allbright. Una vida dura, muy dura, durísima. Un veterano de guerra, Ernt, que es la prueba viva de los terribles daños colaterales domésticos que deja una guerra y que el mundo no ve. Es imposible no sentir odio por él a la par que una lástima infinita. 
Y una mujer y una hija que conocemos cuando es adolescente. Cora y Leni. Leni y Cora. Como dos gotas de agua, tal y como ellas afirman. Un tándem que vivirá sus desencuentros pero que demuestra la fuerza absoluta del amor incondicional materno filial. 
Así que... ya podéis haceros una idea. Viajar a Alaska supondrá comenzar con la esperanza de dejar la oscuridad de su vida anterior atrás, de lograr por fin superar aquello que parece insuperable pero... ¿conseguirán reconducir su vida en un estado tan duro, tan inmisericorde? ¿Logrará Ernt aplacar su lado más salvaje y trastornado en un lugar en el que estará plenamente expuesto a esa oscuridad de la que huye y a los caprichos de la naturaleza? 

«El depredador por naturaleza podía parecer que se domesticaba e incluso se volvía amigable, lamiéndote el cuello con cariño y frotándose contra ti para que le rascaras la espalda. Pero sabías, o deberías saber, que estabas viviendo con un animal salvaje, que un collar y una correa junto con un cuenco de comida podría amansar los actos de la bestia, pero que no podían cambiar su esencia. En una milésima de segundo, en menos tiempo que el que se necesitaba para tomar aire, ese lobo podía retomar su naturaleza y girarse mostrando los colmillos.» Volverás a Alaska

¿En qué tonalidades se mueve? Para mí es un drama y una gran historia de AMOR, así con mayúsculas, con todas las letras y en todas sus variantes. De amor pasional... paternal y maternal... filial... de primer amor... de amor a la naturaleza... de amistad sin condiciones...
¿Qué puntos, bajo mi punto de vista, favorecen el tejido? La ambientación es maravillosa. He sentido el frío, el barro, el crujido del hielo bajo mis pies, la humedad de mis manos preparando el salmón para pasar el invierno... 
Creo que refleja muy bien el perjuicio de un relación tóxica y la complejidad que subyace, además del horror, a los malos tratos. He sentido el miedo como mío propio, he estado preocupada... nerviosa... He sentido con esta historia, me he emocionado muchísimo.
¿Qué hechuras no ajustan del todo con mi talla? La primera mitad de la novela me hacía dudar del resultado final. Como ya comento al principio, siento que es una historia que va de menos a más y hasta que no fui alcanzando ese "más" tenía la sensación de que faltaba algo. Realmente no es un punto negativo porque una vez finalizada la lectura me he dado cuenta de que ese "menos" es necesario, que ha sido la forma de ir mullendo esa cama sobre la que me recosté más tarde y que tanto confort y disfrute me proporcionó, pero también es cierto que hasta que alcancé esa segunda parte tuve dudas.

Concluyendo... he disfrutado tanto de esta novela que no me cabe duda de que leeré más cosas de Kristin Hannah. Me encantan las historias que me remueven por dentro y que me roban alguna lágrima (me da igual si es de alegría o de tristeza), y es que... entre otros fines... cuando leo busco SENTIR y con Volverás a Alaska he sentido y mucho.


 

«¡Y los libros! Nunca había visto tantos. Le hablaban en susurros de mundos inexplorados y amigos aún por conocer y se dio cuenta de que no estaba sola en este mundo nuevo. Sus amigos estaban ahí, mostrando sus lomos, esperándola como siempre habían hecho.» Volverás a Alaska