Boeing 727 de Iberia siniestrado
La colisión de 1983 en Barajas ocurrió el 7 de diciembre de 1983 en el aeropuerto de Madrid-Barajas, actualmente Adolfo Suárez Madrid-Barajas, cuando el vuelo IB350 de Iberia L.A.E., un Boeing 727 matrícula EC-CFJ con destino el aeropuerto de Roma-Fiumicino, colisionó con el vuelo AO134 de Aviaco, un McDonnell Douglas DC-9 con matrícula EC-CGS con destino el aeropuerto de Santander.Las 42 personas del DC-9 fallecieron, 37 pasajeros y 5 miembros de la tripulación, y 51 de los 93 a bordo del 727 perecieron, 50 pasajeros y 1 miembro de la tripulación.
El vuelo IB350 había comenzado la carrera de despegue y había alcanzado la velocidad de rotación. Justo cuando comenzó a levantar el morro, una fuerte sacudida hizo que cundiera el pánico en toda la cabina y comenzó un descenso abrupto, estrellándose pocos metros después y perdiendo el ala derecha y el tren de aterrizaje. Debido al combustible cargado y la caída, se propagó un incendio en la aeronave.
Consiguieron salir con vida 42 personas, incluido el comandante y parte de la tripulación; 51 personas fallecieron, entre ellas estaba una tripulante de cabina de pasajeros. Entre los fallecidos también estaba José María Cagigal, el dirigente deportivo español más reconocido de su época, fundador del INEF y gran divulgador de la cultura del deporte.
El vuelo AO134 se encontraba intentando encontrar la cabecera de pista, perdido debido a la intensa niebla. Según el informe, se guiaba por las luces de los laterales, hasta que las perdió. A bordo se daban las instrucciones de seguridad prevuelo.
En un instante, el techo de la cabina se desprendió y posteriormente, se incendió.
Fallecieron todos sus ocupantes. Uno de ellos fue el doctor César Llamazares Ortega, eminente nefrólogo que en esos momentos era el director del CMN Marqués de Valdecilla. También falleció la actriz de cine mexicano Fanny Cano a la edad de 39 años.
En un primer momento, se llegó a decir que en el avión viajaban, entre otros, Severiano Ballesteros, jugador de golf español famoso de la época, y Miguel Ángel Revilla, diputado regional de Cantabria que más tarde llegaría a ser presidente de su región. Sin embargo, este extremo fue desmentido a las pocas horas.