Revista Literatura

Amor frágil.Capítulo 5

Publicado el 20 septiembre 2016 por Daniela
Amor frágil.Capítulo 5
Capitulo 5Evelyn se levantó temprano para recibir a Adrian en su casa.Su estudio estaba listo para dar la bienvenida al hombre que cinco años atrás la dejo como si no valiera nada.Sonrió con malicia, más propia de Milagros que de ella, al imaginar la cara de Adrian al ver a su hijo y la sorpresa que había preparado.—Señora  —dijo Mariel bajando las escaleras con Alejo.Su hijo.Era tan parecido a su padre en gestos y expresiones.—Mariel cuando vengan las personas de las que le hable quiero que los lleve al invernadero para que conozcan a Alejo.—Si señora —dijo Mariel.—¿Quiénes vienen mami? —preguntó su hijo.—Es una sorpresa mi amor —dijo abrazando a su hijo—.Ve con Mariel.Todo se encontraba en su lugar.El escenario era perfecto para que Adrian conociera a Alejo entre otras cosas.Se miró la mano en donde se encontraba un hermoso anillo de compromiso que Milagros le sugirió para la ocasión.Sacándola de  sus pensamientos  Josefina, su ama de llaves, anunció la llegada de Adrian.—Señora Evelyn la busca un hombre  y Mariel dice que todo está listo—dijo la mujer extrañada ya que nunca la visitaba nadie en la casa a excepción de sus amigas y menos hombres.—Gracias Josefina y dile que pasé.Adrian investigó lo poco que pudo a Evelyn y sus amigas pero no sabía qué esperar.Era como si hubieran borrado todo rastro de ellas y la mayoría de las operaciones comerciales las realizaba Milagros.La impresionante casa a las afueras de la ciudad daban cuenta de la riqueza con la que contaba en esos momentos la mujer que fuera su amante.Todavía no podía creer que Melisa los hubiera engañado de esa forma.Una mujer lo llevo adentro y al entrar la vio de pie en lo que parecía su estudio.—Hola Adrian—dijo ella admirando, sin poder contenerse,la belleza del hombre que seguía amando.Él era el típico hombre de negocios. Siempre de trajes sobrios y  siempre perfecto.En cinco años solo había mejorado su apariencia con sus espectaculares ojos azules y el cabello negro como la noche.Aunque ella era alta, Adrian lo era muchos más y solía hacerla sentir pequeña a su lado.Se había sentido segura,protegida,querida.Qué ilusa fue en ese entonces.—Evelyn.—Gracias por ser puntual.Tenemos muchas cosas de que hablar y poco tiempo.—Sería apropiado pedirte perdón por haber creído en Melisa.—¿Apropiado? No te molestes de todos modos me da igual lo que pienses.Quiero que sepas que ya no soy esa ingenua que vivía por ti y suspiraba al verte pasar.Me diste una lección y creeme la aprendí.—No tiene sentido hablar del pasado —dijo él cada vez más nervioso.Él no quería una confrontación con ella,menos cuando la situación de la empresa se mezclaba con todo.Además la amenaza de un escándalo estaba sobre todos y no permitiría que nadie lastimará a sus amigos aunque para eso tendría que luchar contra Evelyn. Ella lo miró y como siempre el maldito se mostraba arrogante y distante como si él no hubiese hecho nada.—Tiene mucho sentido cuando el pasado es parte del presente y del futuro.—No entiendo lo que dices.—Sufrimos mucho por culpa de ustedes  y ahora es el momento de tomarnos revancha—dijo ella con voz herida.—¿Qué piensan hacer? Es imposible doblegar a Juan Linares.—No voy a arruinar la diversión contándote todo.Milagros tiene preparadas muchas sorpresas.—Ella está loca y veo que tú también.—Por lo visto sigues siendo el mismo de siempre.Hace cinco años te amaba más que a mi vida —confesó ella.—Nunca te prometí nada —defendió él.—Lo sé y ahora yo te prometo que te vas a arrepentir de haberme conocido —dijo ella con una sonrisa.—No puedes…—Puedo lo que me da la gana.A ver si lo entiendes de una vez por todas.Esto es el comienzo que no se te olvide.Ella salió del estudio y Adrian la persiguió furioso pero se detuvo en seco al ver a un niño idéntico a él jugando en el jardín con sus padres.Miró a Evelyn y supo de inmediato que era su hijo.No existía la menor duda y la presencia de sus padres lo confirmaba.Amanda y Ramiro Castello jugaban con su nieto.—Hijo es imperdonable que hasta ahora sepamos que somos abuelos —dijo su madre con Alejo en sus brazos.—Adrian hijo —dijo su padre—.No le hagas caso a tú madre está más enojada porque tiene poco tiempo para preparar la boda.—¿Qué boda? —preguntó él y Evelyn lo miró sonriente.—Hermoso anillo de compromiso Evelyn.Mi hijo tiene un gusto excelente.—Muy bien Adrian.Estás haciendo lo correcto y Evelyn es una mujer maravillosa —dijo su padre.—Yo…—trató de hablar Adrian.—Adrian tus padres ya saben que vamos a casarnos amor —dijo ella besándolo en la mejilla.Sus miradas se cruzaron y Evelyn vio como la furia crecía en él al no manejar la situación como lo hacía habitualmente.Ella tómo en brazos a su hijo y se lo dio a Adrian.—Alejo quiero que conozcas a alguien muy especial, él es tú papá —dijo y el niño observaba con curiosidad al hombre.—Mi hijo —dijo con voz quebrada él abrazando al pequeño.—¿Me trajiste regalos como los abuelos? —preguntó el niño.—Alejo —dijo ella cariñosamente —.Ahora ve con los abuelos que tengo cosas que discutir con tú padre.—Voy a mostrarles mi habitación —dijo tirando de sus abuelos.Una vez que estuvieron  solos Adrian no se contuvo.—¿Qué diablos hiciste? —dijo gritando.—A mi no me gritas idiota —dijo dándole una bofetada.Evelyn dejo salir la rabia contenida por años.Una bofetada no era nada comparado con todo el dolor que ella y sus amigas pasaron por culpa de la traición de las personas que amaban.Adrian seguía siendo el mismo aunque su mirada se mostraba algo apagada y eso la intrigaba.A estás alturas no podía pensar en todo y menos en lo que le ocurrió a él en su ausencia.Sólo importaba una cosa.La venganza había comenzado.

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