Aprendí a leer, escribir y contar con Plaza Sésamo. De toda la serie, mis favoritos eran Beto y Enrique, los entrañables hermanos que discutían a la hora de dormir. Los amaba porque me identificaba mucho con las situaciones que mostraban. Yo era Beto, y mi hermana, Enrique. Hermanos. Amigos. Nunca hubo escenas de doble sentido, —como las puede haber en Bob Esponja— como para insinuar algo que va más allá de su relación fraternal. Más sin embargo, hoy, las declaraciones de Mark Saltzman, ex guionista del show que hizo para un website “queer”, destapó una polémica. “Beto y Enrique están basados en la relación homosexual de este guionista.” Las redes sociales estallaron. Viva la inclusión. Hay que visibilizar a los gays. Así sea usando un programa que está dirigido a párvulos impresionables.
Posterior a eso la página oficial de Plaza Sésamo aclara las declaraciones del ex guionista de la serie. Son MEJORES AMIGOS.
“Bert and Ernie, who’ve been on Sesame Street for 25 years, do not portray a gay couple, and there are no plans for them to do so in the future. They are puppets, not humans. Like all the Muppets created for Sesame Street, they were designed to help educate preschoolers. Bert and Ernie are characters who help demonstrate to children that despite their differences, they can be good friends.”
A pesar de esta aclaración —adjunto el último tweet donde aclaran que son amigos, porque la PBS tuvo que borrar el tweet donde decía abiertamente que no son gay, debido a la avalancha de SJW que arremetieron contra la cadena— hay quienes aún sostienen que los personajes son homosexuales, como si unas marionetas pudieran tener vida sexual. En eso no hay discusión. Sin embargo, los “progres” vieron en estas declaraciones una oportunidad para empujar la agenda del lobby gay, la falta de apoyo científico para darle bases a las ideas “progresistas” se suple con algo tan irrelevante como la vida ficticia de unos personajes inanimados.
¿Es malo mostrar parejas gay a los párvulos?
No creo que haya nada de malo en que alguien decida llevar una vida homosexual. Cada quien tiene el santo derecho de hacer de su trasero lo que le venga en gana. No voy a señalar con mi dedo a otros por sus decisiones sexuales, es absurdo. Sin embargo, mi voz de protesta se levanta cuando se pretende mostrar una pareja de amigos inocentes como gay, simplemente para agradar a una minoría que hoy se siente apoyada por el correctismo político de algunos, que por moda o solidaridad mal encaminada, aplauden la homosexualidad “per se”, cuando esto es algo que atenta directamente contra la inocencia de los infantes.
La inocencia infantil es un valor en desuso. Es tan triste ver a niños hablando en términos de sexo, genitalidad, confusión en la identidad. Confundir a un niño y sembrar en ellos malicia es un acto criminal, pues es un crimen acabar con la inocencia y exponer al sexo a un niño que debería vivir su niñez.
Un niño que ve manifestaciones de amor entre personas del mismo sexo y pregunta a sus padres, debería recibir una respuesta clara: “si esos dos señores se están besando es porque quieren”. Punto. No incentivar, no estimular, no aplaudir, no inculcar. Con esa respuesta, un niño queda satisfecho. Sin hacer juicios moralistas, pues no es mi intención criar niños con prejuicios, pero tampoco podemos en pos de una tal “diversidad” introducir a los niños en el sexo a temprana edad.
¿Es posible que un niño interprete a Beto y Enrique como gays?
Sí, siempre y cuando este niño haya sido expuesto a parejas homosexuales desde antes, sino ¿cómo iba a aprender que dos varones pueden ser pareja? Seamos claros, las parejas gay son minoría, y aun mas en nuestro medio latinoamericano. Un niño que vea a Beto y Enrique interactuar, probablemente los interpretará como hermanos. Duermen en camas gemelas. Discuten como hermanos. Se perdonan como hermanos. Se tratan como amigos. Son mejores amigos. Ver más de eso es tener malicia. Y la malicia es incompatible con la inocencia. Un niño que los vea como gay, es un niño que ha sido expuesto a situaciones sexuales, o que ha visto a parejas homosexuales en situaciones exageradamente cariñosas.
“Para mí, Beto y Enrique son gay.”
Ok. No pretendo demostrar la “heterosexualidad” de unos seres de ficción. Ya los creadores de estos personajes lo han aclarado. Si alguien cree eso, que lo crea. Pero que no meta sus torcidas ideas a los niños. Este tipo de personas no deberían tener niños a su cargo.
No existe tal cosa como “tu verdad”. La verdad es solo una, y en este caso, la intención de los creadores de estos personajes fue educar a los niños en valores de fraternidad y compañerismo, no “visibilizar” situaciones inapropiadas para preescolares.
En todo caso, este es mi blog personal de opinión. Cada quien es libre de crearse un criterio propio. Mi meta es continuar en la defensa de la libertad y la verdad. En este caso, la verdad es que Beto y Enrique no son gay, son muppets, puppets, TITERES. No nos convirtamos nosotros en títeres útiles para la agenda gay. Eres libre de creer lo que quieras. Reflexiona ¿realmente crees que algo es correcto o quizás ves la realidad a través de una ideología?
Fuentes
- Tweet aclaratorio de la página oficial de Plaza Sésamo.
- https://variety.com/…/bert-and-ernie-gay-sesame-street…/
© 2018, Pitonizza Punto Com. Licencia de uso: Atribución-SinDerivadas CC BY-ND
Si gustas, deja una propina para este artículo.
Puzzle Bobble
Karate Blazers
Puzzle De Bloques
Magical Cat Adventure