Itinerarios literarios (ii): moguer platero y juan ramón jiménez

Julia, Platero y Patricia.

El turismo de costa no tiene porque ser sólo playa, gambas, "pescaíto" frito y sol. Los que frecuentamos el sur en verano también podemos encontrar cosas que hacer. Si estáis por la provincia de Huelva hay infinidad de excursiones que podéis hacer: conocer la propia Huelva, Palos de la Frontera, La Rábida el parque de Doñana, las minas de Rio Tinto, las cuevas de Aracena... pero este es un blog literario y a mí me gustaría proponeros una visita a un precioso pueblo: el de Juan Ramón Jiménez, el de Platero. Os propongo un pequeño e intenso viaje a Moguer.
Creo que este año, además, al cumplirse los cien años de Platero y Yo, es un motivo más que sobrado para ir a conocer el pueblo donde todo sucede. Sí, señores, nos encontramos en el año Platero y eso bien merece un desplazamiento a Moguer. 

Zenobia Camprubí

El pueblo en sí es  motivo suficiente para pasar un buen día. A mí me recuerda a Jerez de los Caballeros, pero en llano (y eso se agradece, palabra, algún día os cuento lo bonito y empinado que es Jerez).  Pero es que además, allí se ubica la Casa Museo de Zenobia y Juan Ramón. Es una casa hermosísima del siglo XVIII, restaurada por la familia Jiménez en 1885. Cuidada hasta el último detalle . Está decorada con el  mobiliario de la familia de Juan Ramón,  la ropa y enseres que el matrimonio dejó en Madrid cuando partieron al exilio, pensando que iban a regresar en poco tiempo. Al no hacerlo todas esas cosas fueron trasladados a la casa museo.

Encontraréis la biblioteca del Juan Ramón, infinidad de versiones de Platero y yo (su obra más famosa), documentales sobre la vida del escritor, fotos, dibujos y pinturas del propio Juan Ramón y por supuesto, la sonrisa de Zenobia (¡qué sonrisa, señores!, ¡qué sonrisa!) iluminando cada rincón de la casa.  Tienen el telegrama que le enviaron para comunicarle que le habían concedido el premio Nobel, que lamentablemente casi coincidió con la muerte de su esposa, tan querida en Moguer como el propio poeta. 

El patio de la casa es enorme y está lleno de flores, allí fue donde tomamos las fotos (hace un par de años) de las gemelas con Platero (el resto de fotos los he ido cogiendo de organismos oficiales porque estaban mejor que las mías).
Aprovechando que se cumplen los cien años de su publicación podéis adquirir una de las múltiples ediciones que han salido este año, meterla en la maleta y recorrer Moguer. Yo me llevaré la  que compré en la Feria del Libro, ilustrada por David González para ediciones Jaguar. El trabajo del escritor se ve maravillosamente acompañado por el del ilustrador. Esta es una edición conmemorativa de los cien años de la primera publicación de Platero. Cabe perfectamente en  un bolso (ni si quiera tenéis que recurrir a la maleta).Si no lo lleváis encima, siempre podréis adquirir algún ejemplar en "La Taberna del Libro", una librería  de Moguer que os llamará la atención, seguro.

Imagen de Platero y Yo edición ilustrada por David González.

También podéis aprovechar para visitar la Iglesia de Nuestra Señora de la Granada, el Panteón de Zenobia y Juan Ramón... y por supuesto para comer algo. Recuerdo que nosotros acudimos al mesón "El Lobito", que era una antigua bodega, la comida (su especialidad son carnes a la brasa) fue estupenda y el sitio era curiosísimo. Pero seguro que hay un montón de sitios más donde podéis comer y leer... Platero, por supuesto.