Tarta doble de manzana y copos de avena

Porque a nadie le amarga un dulce, hoy voy a compartir una receta rica, rica: una tarta doble de manzana y copos de avena. Tenía en casa copos de avena que dejó una amiga, dos manzanas in-the-limit y unas madalenas que con el tiempo se habían puesto durísimas.

Lo cierto es que no soy muy fan de los copos de avena y, aunque sé que son muy sanos, no me saben a nada. Así que siempre que se me empieza a poner la comida pocha o tengo algo que no me entusiasma demasiado tengo un dilema porque no me gusta nada tirar comida, así que lo que hago es tirar de la imaginación y reinterpretar alguna receta.

Yo lo llamo reciclaje gastronómico, y además de económico es algo que ya venían practicando todas las abuelas del mundo desde tiempos inmemoriales, pero resulta que en los últimos años nos hemos vuelto muy modernos y hemos cogido la mala costumbre de tirarlo todo al menor indicio. En fin, a lo que iba, este reciclaje de comida a veces sale bien y otras… no tanto. Pero en este caso tuve suerte y encontré la solución perfecta.

Tarta doble de manzana, canela y copos de avena

Ingredientes

– 2 Manzanas (yo usé Manzanas Starking)
– Copos de Avena (medio vaso: 100 gr)
– Harina (media taza: 125 gr)
– 4 Magdalenas pequeñas (en mi caso unas magdalenas que se habían puesto duras)
– Mantequilla (100 gr)
– Leche (para la masa, 1/3 taza)
– Azúcar y miel (un tarrito de los de paté: entorno a los 100 gr)
– Canela (al gusto sobre las manzanas)
– Mermelada o cobertura para tartas (recomendable para darle un buen acabado)

(para la foto se me olvidaron algunos ingredientes que añadí luego así que mejor si te fías de la lista de arriba).

Receta paso a paso

Antes de empezar

Coge la mantequilla y caliéntala 10 segundos al microondas a una potencia baja (también puedes derretirla en un cazo al baño maría). Tápala para que no salpique al derretirse y controla que no se caliente demasiado.

Mientras tanto toma un molde para tarta. Yo escogí uno desmoldable redondo para bizcocho que compré hace años en Lidl (puedes ver en la foto que ya está un poco quemado pero sigue funcionando estupendamente). Aplica la mantequilla al molde tanto en la base como en la parte desmontable del molde. Para evitar que se pegue un truco es aplicar un poco de harina por encima. Guarda el resto de la mantequilla porque vamos a necesitarla para la masa.

Otra cosa que debes empezar a hacer es precalentar el horno a 180 ºC, dorando arriba y abajo.

Base de manzana

Ahora vamos a por el ingrediente estrella de la tarta: la manzana.

Con las mazanas lo único que debes hacer es pelarlas, descorazonarlas y cortarlas en láminas.

Pártelas por la mitad, y después en la mitad de la mitad. Así te será más fácil laminarlas y poder colocarlas luego sobre el molde. Te recomiendo que empieces a colocarlas desde el exterior, montando la lámina que estás colocando sobre la anterior y haciendo un dibujo en círculo o espiral sin dejar huecos para cubrir toda la base del molde. Coloca una primera capa con una de las manzanas y reserva la otra manzana para la cobertura. Añade una cucharadita de azúcar sobre ellas si, como a mí, te gustan los postres más dulces.

Para darle un toque exquisito añade también canela sobre la manzana. Con media cucharadita será suficiente.

Elaboración de la masa

Ahora llega la hora de elaborar la masa con el resto de los ingredientes.

En un bol mezcla el azúcar, la harina y los copos de avena. Puedes tamizar la harina para hacer la mezcla más esponjosa y homogénea.

Yo añadí también a la masa las 4 magdalenas duras que tenía en casa (la RAE me dice que puedo escribirlo como quiera). Las partí en trozos pequeños, y los deshice con las manos ya que, al estar duras, se trituraban fácilmente.

Por último añade la mantequilla derretida y bate toda la mezcla, yo utilicé una batidora de mano con varillas, aunque la mezcla no me quedó muy homogénea (supongo que por los copos y por las magdalenas). También tuve que añadir un poco de leche para no abusar de la mantequilla y que la masa no quedara demasiado seca.

Ahora vierte la masa sobre el molde, cubriendo la base de manzana que has colocado antes. Intenta que quede totalmente cubierta y de manera homogénea. Ayúdate de un cucharón y de una paleta para extenderla sobre la manzana.

(Sé que ahora mismo tiene una pinta terrible y parece una pota, pero juro que estará deliciosa)

Cobertura de manzana

Por último repite lo mismo que hiciste para colocar la base con la otra manzana ya laminada, pero ahora colócala sobre la masa. Añade azúcar, canela y mermelada.

Si quieres que la cobertura quede jugosa, cúbrela por completo con mermelada o utiliza un sobre de cobertura transparente para tartas (yo los compro en Lidl y vienen en paquetes de 5-10 sobrecitos). En este caso no lo hice y, para mi gusto, la capa superior quedó un poco seca.

¡Y ahora al horno!

Ya sólo te queda meter la tarta en el horno durante aproximadamente tres cuartos de hora. Hornéala a 180ºC y comprueba antes de sacarla que esté bien hecha y que no le quede cruda la masa.

Una vez horneada puedes esperar y una vez que esté a temperatura ambiente meterla en la nevera para comerla fría o puedes comértela directamente: recién sacada del horno. A mí me encanta la tarta de manzana caliente. Como ves fue imposible resistirme y tuve que comer un trozo antes de hacer la foto.

La he llamado tarta doble porque lleva manzana tanto arriba como abajo, así cada capa resulta con una textura y consistencia diferente; en la capa de arriba la manzana tiene un acabado más crujiente y en la capa de abajo la textura es mucho más jugosa. A pesar de que no me salió muy consistente y se desmenuzaba al comerla de sabor quedó deliciosa ¡Sólo puedo decir que la tarta no llegó a su segundo día de vida!