3 Un día cualquiera…Abrió los ojos. Las gotas de lluvia s...

3 Un día cualquiera…

Abrió los ojos. Las gotas de lluvia se oían por la ventana mientras las gotas de sus lágrimas rodaban por sus mejillas hasta llegar a la almohada. Se sentó. Con una lágrima sobre su mejilla, sonrió. Había recordado el mensaje de aliento que aquella noche, el que un tiempo después se convertiría en el amor de su vida, le había dado.Mientras ella buscaba las fuerzas para ponerse de pie y comenzar la semana, él abrió los ojos y miró los pedazos de papel inservible que estaban en el basurero, papel que algún día fue parte de los detalles que le quitaron el aliento. Se levantó…su día comenzó como cualquier otro, pero ésta vez, con la ausencia de su voz al comenzar el día.Entre los afanes diarios…mantuvo su mente ocupada. Los lapsos llenos de recuerdos, se ocuparon por sus clases en la universidad, las salidas con sus amigas, y la estúpida costumbre de preferir le insomnio antes que llorar.Él, tapó su culpabilidad y la rabia con “amores” pasajeros y con una sonrisa fingida, mientras por las noches sus ojos veían fijamente el cielo…preguntándose: 
-¿Dónde estás?...