¿Escucháis el suave caminar sobre el césped?
Las pelotas ruedan de mano en mano.
Os reís, algunos tienen cosquillas, se contagian las carcajadas.
Qué hermoso es reírse de cualquier cosa, sin motivo alguno, no dejéis nunca de hacerlo.
Las palomitas las hice en la mañana, ya no crujen, saltaban en el microondas, estar pendientes la próxima vez que las preparéis e intentar dar palmas siguiendo su ritmo, que son sus saltos.
A Quique le toca inventarse ritmos, coge piedras, las golpea unas contra otras, a veces fuerte, otras suaves, y ahí ya tenemos algo nuevo.
Juan y Nerea cogen las separaciones que hay entre las lonchas de queso y mortadela, plástico para más señas, las resbalan entre sus deditos, ruedan entre el pulgar y el meñique y ya tenemos un nuevo sonido, Quique se tapa los oídos, no le gusta mucho como suena.
Descubrimos que hay música en muchos sitios, que es fácil hacerla nosotros mismos.
Chascamos los dedos, me miran extrañados, algunos aún son pequeños, les enseño,
chisporrotean sus pupilas, rápido prueban y lo consiguen.Bailamos sin música, inventamos canciones, saco pañuelos de mi mochila y les animo a seguirme, les tiro los pañuelos, bailamos, se ríen, se alborotan y acabamos rodando sobre la pradera.Un hermoso día envuelto con papel de regalo ✨
MÚSICA🎼🎼🎼
Pronto vuelvo y disfrutamos con otra aventura.Marijose.