(Palabras pronunciadas en el funeral de Eufracio Correa)
Hoy es un día para celebrar la vida. ¿O acaso 90 años no son toda una vida? Pero no son los años que pasamos en esta tierra lo que debemos llamar vida; VIDA son las huellas del camino trasegado, son los recuerdos que se plasman en los corazones, son las sonrisas que Eufracio hace evocar con solo recordar sus picardías, su risa, sus bromas y sus cuentos.
Si se preguntan por la inmensa herencia que dejó Eufracio Correa sólo es cuestión de que volteen a mirar a su lado para ver a sus hijos e hijas, a sus nietos y a sus bisnietos.Hoy es un día para agradecer y celebrar la vida. Celebrar que tuvimos la fortuna de pertenecer a su herencia, a la estirpe que forjó con amor y trabajo de la mano de Rufina Rodríguez. Hombres y mujeres criados para la vida, con entereza, voluntad y honradez. 12 hijos, hombres y mujeres fruto de un matrimonio de 64 años que aprendieron que las cosas se ganan trabajando, que en la vida uno no es menos que nadie y que la honradez se mantiene siempre, y eso nos ha hecho gente de bien. Orgulloso de ser campesino sacó de la tierra con el sudor de su frente y el trabajo de sus manos el sustento para forjar una familia numerosa, emprendedora y feliz. Una familia orgullosa de luchar por la vida y labrar un destino de reconocimiento porque donde vean a cada uno de nosotros verán un Correa, sus hijos son identificados como hombres y mujeres de bien, trabajadores, gente en la que se puede confiar, decentes y educados. Así que hoy estamos aquí para celebrar que un hombre como Eufracio Correa sin mayores estudios, supo siempre cómo ser persona, ser ejemplo de tesón y esfuerzo, abrió el camino para sus hijos y sus nietos quienes destacan en su visa laboral como profesionales en diferentes áreas. Así que hoy nos reunimos para acompañarnos todos en el momento de la vida en que su cuerpo será sepultado, pero su alma y su herencia habita en nosotros, en nuestra sangre y en nuestra forma de vivir la vida. Gracias a todos los que nos han acompañado en este momento.Y gracias a ti, Eufracio CorreaPor: Luis Oswaldo Bernal Correa, uno de sus nietos.