Las mascotas son parte de nuestra familia, por tanto, querer retratarlos es un sentimiento muy común, ahora la tarea puede presentarse complicada, los gatos tienden a ser huidizos y no quedarse quietos. Te contamos algunos trucos.
- El foco en los ojos. Este consejo es igual que el que damos en cualquier retrato, sea cual sea el retratado (persona o mascota) el enfoque siempre se realiza en los ojos; en este caso en los ojos de nuestro gato. Los ojos son el punto más importante por ello, debe estar bien enfocado, no es vano se dice “que son las puertas del alma”, definen la expresión facial y la personalidad. Debemos cuidar que el enfoque sea el correcto en los ojos, si se enfoca en otra parte de la cara del gato, podemos crear desenfoques inadecuados en nuestra fotografía que los arruinarían. Dependiendo de como sea nuestro gato podemos pasar del enfoque automático al manual, permitiéndonos ampliar la gama de oportunidades creativas.
- Hay que llamar la atención del gato. Conoces a tu gato desde hace mucho, por ello, utiliza los trucos que sabes que le harán jugar, venir a ti y adoptar poses graciosas, originales y divertidas. Como una mano la vamos a tener comprometida en llamar la atención de nuestro amigo, podemos hacer que los procesos sean semiautomáticos para poder manejar la cámara con la otra mano.
- Dispara en modo silencioso. Así nuestro gato no se asustará o irá a jugar con nuestra cámara, captando mejor su esencia y evitando que nos rompa el equipo.
- Muchas fotos. Tenemos toda la vida para retratarle, vive con nosotros, es por ello que no debemos agobiarnos, tenemos muchos días y muchas ocasiones para conseguir un buen retrato de él.