Los días de lluvia no tienen por qué aguarnos la sesión; es cuestión de proteger el equipo (y a nosotros) y salir a buscar inspiración. Si te perdiste el articulo anterior: Cómo sacar el máximo partido a la lluvia.
Los ambientes se tornan tenues
Como decíamos ayer, el cine ha sido el gran explotador y explorador de la lluvia como elemento intensificador de emociones; las sensaciones se tornan más fuertes si hay lluvia de por medio, las líneas melancólicas, decadentes, románticas, etc. se vuelven más puras y evidentes. El ambiente se vuelve sobrecogedor para el corazón y nos invita a dejar vagar nuestra imaginación creando una historia e incluso proyectando nuestros pensamientos en la fotografía.
A través del cristal
El cristal como elemento compositivo nos deja grandes opciones creativas; y además, si estamos en el lado bueno no nos mojamos. El cristal con gotas de lluvia nos da una visión completamente nueva de la toma, podemos dar importancia a las gotas o al paisaje de detrás que se verá modificado por la lente. Podemos jugar con paisajes naturales, calles de ciudades, cafeterías, modelos, un sinfín de oportunidades.
El paraguas como recurso
El paraguas puede ser un gran elemento creativo dentro de la composición, además de ayudarnos a no mojarnos. Puede ayudarnos a crear intensidad en un retrato, o a jugar con él en planos abiertos. Sus colores, las sombras que generan, las posiciones que se pueden realizar con él, nos dan tomas muy divertidas y originales.
¿Llueve? Ya tienes plan. ¡Cuéntanos tu experiencia!