Hoy vengo positiva por estos lares. Hacía tiempo que tenía ganas de volver a comentar algo sobre mis historias, que para algo fueron el motivo por el que me abrí este blog hace ya casi tres añitos.
Y es que hoy, que me tocaba ir a hacer el papeleo del EIR y hacer varios trayectos en autobús, en previsión del tiempo que iba a pasar en ellos, me llevé como siempre la libreta... Y casi que no la he soltado en toda la mañana. De pronto, a las nueve de la mañana, el gusanillo de proyecto*ilusión me había golpeado el hombro para quedarse a mi lado y no dejarme.
Desde entonces, y entre bus y bus, he ido escribiendo un trozo más que añadir a la famosa corrección-reescritura que llevo ya tanto intentando hacer (qué lenta soy, por favor). Así, sin tener delante nada de lo anterior, porque supongo que la idea llevaba ya tanto tiempo en mí que tenía que explotar de alguna forma y salir como fuese, no ha sido tampoco nada demasiado complicado de redactar.
Al llegar a casa, tras media mañana ajetreada, ya me he dedicado a leer un poco lo anterior para añadir lo necesario, he pasado a limpio todo lo que tenía en el cuaderno y he pulido los detalles que no cuadraban con lo que ya tenía, esos fallos esperables después de todo.
Así que, entre unas cosas y otras, algo más de diecisiete mil palabras de texto. El 68% de lo que me propuse, en su día, para esta historia. Y mucho mejor que la original de la que partía. Al menos bajo mi punto de vista, claro.
Por otro lado, no es lo único en lo que sigo trabajando. El reto 365 sigue en pie. Doscientos setenta textos, con mayor o peor calidad, pero sigo con mi rutina diaria. Sigo convencida de que me ha hecho bien, me ha dado esa rutina y me ha proporcionado una visión diferente de la escritura: es posible teclear algo a diario, por mínimo que sea, que eso ayuda a no estar bloqueada. Solo me quedan ya noventa y cinco para terminar el año, no lo pienso dejar. Y más con todo lo que me ha aportado.
Como habréis apreciado ya, he aprovechado esta racha de positivismo y, junto con mis ganas de tiempo otoñal, le he dado un pequeño cambio al blog. Que últimamente me siento bastante bien con todo y tanto texto me ha animado más, por lo que tenía que reflejarlo con los colores cálidos que le puse.
Feliz fin de semana con sabor a otoño, señores. No dejen de echarle un ojo a mis últimos textos publicados en AmateursHotel.
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