¿Acaso hay algo mejor que hacer justo cuando estás a dos o tres semanas del examen que darle vueltas a cualquier tema que se te ocurra? Sí, ya sé qué debería estar haciendo, pero mientras me leo (o intento leer, más bien) por enésima vez lo que toque en estos momentos, llámalo Ley General de Sanidad o llámalo accidente cerebro-vascular (ACV para los amigos y los informes), pues se me ocurren mil cosas más interesantes que lo que tenga entre manos. Y como viene siendo habitual en estos últimos tiempos una de estas ideas ha dado de sí como para que traiga una entrada por aquí.
Se aproxima la fecha clave con la que llevo dando la paliza aquí y en las Cerezas desde hace tanto tiempo. Eso significa, entre otras cosas, que se aproxima mi libertad por fin y voy a poder dedicarle las horas que quiera sin sentirme culpable ni tener que pensar en qué me queda por hacer. Que ya nos sabemos todos eso de "si quieres escribir no hay excusa que valga", pero hoy traigo la pregunta a la inversa: si lo que quiero es sacarme una plaza en una oposición, ¿debería dejar de escribir?
Ojo, esto no viene porque tenga pensamientos de dejarlo, ni mucho menos. Hecha la aclaración pertinente, sigo.
Me explico un poco. Siempre se ha dicho lo mismo sobre la escritura: que si es algo que de verdad te apasiona déjate de excusas, que siempre se puede sacar unos minutos de tu tiempo por pocos que sean para avanzar, que si X persona con sus circunstancias tan adversas y complicadas pudo por qué tú no. Y tienen su parcela de razón, no se la voy a quitar. Es más, puedo corroborar el tema de los minutos que sacas por ahí, aunque sean veinte, para dedicarle el rato diario. Pero tengo que venir con el lado "pesimista" de esto por aquí, aunque sea por una vez y sin que sirva de precedente. Con las oposiciones y tantos intentos una se plantea tanto a estas alturas que ya se me ilumina la bombilla con lo más retorcido.
Si tu objetivo, por lo que sea, es una oposición, es una plaza de lo que sea, ¿deberías dejar la escritura de lado hasta que lo consigas? Quiero decir, ¿ahí estaría bien "robar" esos veinte minutos escasos a lo que te queda de vida después de dejarte la neurona estudiando para escribir? O hacerlo antes, para el caso, lo mismo, ¿es buena idea escribir en esas circunstancias?
Repito, no pienso dejarlo, pero claro, a tan poco tiempo, con tanta presión encima creo que entra dentro de lo normal plantearme si hice bien al seguir y no dejarlo de lado los meses que hagan falta hasta que me quite el EIR de encima y lo saque. ¿Hice bien al dejarme llevar por las ideas y transcribirlas? ¿Hice bien al meterme de lleno a planificar historias y lo que no son historias? ¿Hice bien al participar en el NaNo, como cada año? ¿Hice bien al plantearme retos justo ahora, en estas fechas?
Aquí es cuando vienen los ingredientes que te motivan, como son unas cuantas conversaciones recientes o una serie de correos cruzados que te devuelven la cordura por un rato. También, y justo cuando te lo planteas todo y piensas que a lo mejor tendrías que haberlo dejado de lado un poco para centrarte en el estudio, recuerdas la satisfacción obtenida por el proceso y el resultado. Te viene como un chispazo la idea de teclearlo y ponerlo por escrito.
Y aquí está mi pensamiento. A modo de conclusión, debería añadir que lo mejor que he podido hacer hasta ahora ha sido no dejar de crear. Mi salud mental lo agradece como no os podéis imaginar.
Que sea lo que tenga que ser el próximo 6F, una que yo me sé está más que preparada para afrontarlo.
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