Diez días de CampNaNo

Tras la resaca post-partido malaguista, con derrota incluida (no entraré en detalles de lo que me ha parecido, ya me he explayado bien por el pajarito azul y no quiero convertir esto en un post futbolístico), vengo al papel, para variar. Traigo calentito este post, un poco chorra, pero ahí va. Que tampoco voy a subir siempre la misma mierda.
Llevo un par de días notándome mentalmente algo más dispersa. Ojo, eso no significa mucho en mí, pues siempre estoy ausente mentalmente (vivo en mi realidad paralela, sí, de ahí saco mis historias, tan malo no es). Pero lo que me ha hecho notarlo especialmente ha sido a la hora de escribir, de ponerme manos a la obra con el CampNaNo.
Ojo, debo decir que marcha viento en popa. De hecho, voy bastante bien con la media de palabras que debería llevar a estas alturas, superándome incluso desde hace una semana, y eso quiere decir mucho.
El problema que me llevo viendo estos dos días últimos es que le dedico poco tiempo, y por eso, aunque reviente el marcador de palabras cuando me lo propongo, escribo menos de las que quisiera.
Tampoco en sí es un problema grave, es algo que se puede solucionar con relativa facilidad, así que toca que me esfuerce un poco más, y no solo una hora escasa al finalizar el día.
Todo esto en sí no sería un motivo para actualizar. Podría haberlo incluido como resumen de alguna entrada, pero no olvidemos que el objetivo de este, mi blog, es compartir cómo llevo mis procesos de escritura. Este es uno de esos, y creo que ahora que he bajado un poco el ritmo es interesante comentarlo. De paso, mando un saludo a todos los que estáis participando en la locura esta. Ánimo con ello, chicos.
No voy a dejar la entrada así de sosa, comentando solo eso. No. Hay más cosas por ahí.
Y es que he vuelto a plantearme de nuevo participar en un concurso que llevo dos años anunciando que participaré, pero que al final, entre unas cosas y otras, no participo (se me pasa el plazo, no me convence cómo queda la historia... soy un desastre). Esta vez no diré nada hasta que vea que realmente participaré, hasta que la envíe. Y espero que esta vez se me ocurra algo en condiciones.
Mientras, sigo con el CampNaNo, y sigo con mis futuros relatos. Que sigo con algunos en mente y con mono de poesía. Todo se andará. Tengo ganas, para qué negarlo.
PD: ¿Os he dicho ya que llegué a los 100 textos del reto 365? Estoy más que orgullosa del progreso.