Dos quintas partes

Podría dedicarme a, no sé, recitar todos los tiempos verbales de los verbos franceses que me pongan por delante. Ensayar frases preconstruidas, listas para soltarlas en el momento conveniente, en pleno examen. No me gustan los exámenes orales porque suelo tener la sensación de "y ahora qué digo, si de eso ni hablo en mi lengua materna". Tengo la suerte que hemos dado temas muy generales, de los que se pueden contar muchas cosas, pero aún así...
Son las dudas pre-examen, tampoco quiero aburrir con ellas.
Parece que vengo poco y a destiempo, que tengo el blog abandonado. A veces tengo esa sensación, sobre todo cuando veo el tiempo que le dedico a estas listas de vocabulario. De pronto todo ha venido de golpe, reclamando un sitio y una atención que precisan que sean altas. De pronto parece que lo dejo todo de lado, todo lo que no tiene que ver con obligaciones.
Y nada es más falso que la afirmación anterior.
Lo llamo la labor sorda, silenciosa. Consiste en centrarse en algo pequeño, asequible. O en cualquier proyecto que ya se tenga claro. Consiste en concertar con él citas cada vez que se puede y dedicar los escasos minutos a final del día (o cuando el reloj deja) para trabajar en él. Con todo el cariño del mundo, haciéndose lo que se puede. Si hoy caen tres líneas nada más, pues son tres más.
Es labor literaria en las sombras.
Y si bien antes venía cada poco por aquí, sobre todo al principio, a contar cada vez que escribía dos páginas, terminaba un capítulo o cualquier cosa, ahora no lo hago tan a menudo. Bien es cierto, no lo voy a negar, pero no es porque no haga nada. Avanzo, mucho más de lo que parece. Pero además de ese "sigo en tarea", poco más tengo que decir. O bueno, sí.
Dos quintas partes de Páginas de Flores.
Más feliz que una perdiz, está siendo uno de mis proyectos más fáciles de escribir y, a la vez, reconfortantes. Fuente de continua satisfacción y orgullo por los resultados, porque me está gustando cómo está quedando. Y mucho. Por supuesto, vienen con su correspondiente pista, como en anteriores entregas:

Como el resto, ha formado parte de una lista de posibles ideas hasta tener tanto peso que ya es uno de mis nombres habituales. Pienso en esto más de lo que confieso.

Así sí. Así da gusto.