Revista Talentos

Horacio Quiroga, datos importantes que marcaron su escritura

Publicado el 20 mayo 2022 por Javier Torres Aguilar
horacio quiroga datos importantes

Horacio Quiroga siempre estuvo cerca de la muerte. Desde niño aprendió lo terrible qué es. Y no solo eso: la muerte lo marcó y marcó su escritura. A la par, también las drogas dieron un sello distintivo a su vida y a su producción literaria. Estos son, en Horacio Quiroga, datos importantes que influyeron en su literatura y en su vida atormentada.

Desde niño la muerte de sus allegados lo cimbraron. Fue tanta su desgracia que una vez, ya cuando era adulto, se le fue un tiro que acabó con la vida de uno de sus amigos queridos.

Él mismo no quiso darle gusto a la muerte a que se lo llevará cuando ella quisiera: se le adelantó, envenenándose con cianuro.

Su vida parece un cuento lleno de conflictos literarios. Quizá por ese acecho de la muerte, en sus relatos la muerte persigue a los personajes. Pero no por eso, sus  textos carecen de metáforas y otras figuras literarias.

(Este artículo trata sobre Horacio Quiroga datos importantes. No sobre las figuras retóricas o  literarias  que haya utilizado;  o las que usaron y usan los escritores. Pero si quisieras saber más  sobre los recursos de escritura que se usan en los textos podrías visitar ejemplopedia.com ).

Esa vida atormetada que experimentó Quiroga está en sus relatos. La muerte es una constante en las historias.

Aparte del destino aciago que le tocó, otro dato importante de Horacio Quiroga es que consumió drogas: hachís (marihuana), opio, éter y cloroformo. 

Esta útlima sustancia la utilizó como somnífero.

Pero vayamos por partes, antes de llegar a su experimentación con el hachís y otras drogas.

Horacio Quiroga, datos importantes 

Este escritor uruguayo es muy conocido como un gran cuentista: es célebre su "Decálogo del perfecto cuentista".

Si hablamos de datos importantes de Horacio Quiroga (1878-1937), tenemos que mencionar también que su literatura refleja su vida en el ámbito rural. Vivió en ese medio, a su regreso de Paris. 

En la zona selvática llamada Misiones se refugió. 

Antes, cuando era niño, la muerte le hizo saber el destino fatal del ser humano. Y particularmente el de él.

Cuando apenas tenía dos meses y medio, su padre, Prudencio Quiroga, falleció en un accidente de caza. 

Años después, su padrastro, que había quedado paralítico, se quitó la vida dándose un tiro con una escopeta. 

La muerte, siempre la muerte estuvo muy cerca de Quíroga, atormentándolo, marcándole también su estilo literario.

En 1902, cuando era muy joven, a Quiroga, mientras probaba un arma, se le escapó un disparo que fue a dar justo en el cuerpo de un amigo y colega literario.

Como a pocos, a Quiroga la muerte le arrebató a sus seres queridos de una manera antinatural.

Su primera mujer, Ana María Cires, se quitó la vida con bicloruro de mercurio. 

Años después, Horación Quiroga, atormentado seguramente por las muertes cercanas que habían marcado su vida, y atormentado por un cáncer prostático, se envenenó con cianuro.

Aún así, ya muerto Quiroga, el destino aciago de sus cercanos seguía.

Al año siguiente del envenamiento de Quiroga, uno de sus amigos, Leopoldo Lugones, con quien había viajado por primera vez a la selva, se quitó la vida.

Esa cercanía con la muerte se refleja en sus narraciones. En uno de sus cuentos, "A la deriva", un hombre lucha contra la muerte luego de ser mordido por una serpiente.

En otra de sus narraciones, "El almohadón de plumas", el personaje principal muere en una almohada, tras una larga agonía.

La muerte, siempre la muerte alededor del literato. Pero de tanto que lo atormentó, hasta dejó de temerle. Eso dijo en una carta a Ezequiel Martínez Estrada: 

Hablemos ahora de la muerte. Yo fui o me sentía creador en mi juventud y madurez, al punto de temer exclusivamente a la muerte, sí prematura. Quería hacer mi obra (…) Cuando consideré que había cumplido mi obra (…) comencé a ver la muerte de otro modo. Algunos dolores, ingratitudes, desengaños, acentuaron esa visión y hoy no temo a la muerte, amigo, porque ella significa descanso. That is the question.1

Y después él se adelantó, quizás sin temores como dijo, a la muerte natural: se envenenó.

Horacio Quiroga, datos importantes: su cercanía con las drogas

Horacio Quiroga escribió también sobre las drogas y al hacerlo reflexionó, como en toda su obra, sobre la muerte. En “Una estación de amor”  se refirió el reencuentro con una joven de la que había estado enamorado en la adolescencia.

Cuenta en ese relato la adicción de la madre por la morfina, adicción que alcanzó a su amada.

La madre acaba muriendo de una sobredosis de morfina.

Literatura drogada de Quiroga

Otro dato importante de Horacio Quiroga es que consumió varias drogas: opio, éter y hachís. También utilizó el cloroformo como una droga para poder dormir.

Esta experiencia con las drogas, como es de esperarse, le provocan alucinaciones y, algunas ocaciones, lo llevan a los linderos de la muerte.

Esa experiencia drogada la vierte en relatos. 

También está en sus narraciones esa cercanía con la muerte que lo persiguió y le arrebató a amigos y a familiares.

En dos cuentos memorables habla de los efectos de las drogas:  “El haschich” y “El infierno artificial”

En “El haschich” narra  su experiencia con una sobredosis de hachís, la cual lo colocó en el quicio de la muerte. Cuenta en ese relato cómo el hachis (marihuana) lo llevó al terreno de las alucinaciones y al camino de la muerte.Antes de consumir hachís, Quiroga ya había experimentado con el opio, que no le hizo ningún efecto; el éter, que le había provocado náuseas y dolor de cabeza; y el cloroformo, que utilizó como somnífero durante un año.
Ese relato es resultado de la influencia de los escritores europeos miembro del Club del Hachís, quienes se reunían a consumir hachís, sustancia de la cual pretendía estudiar sus efectos.
Al igual que varios escritores de ese exclusivo club produjeron literatura drogada, producto de sus experiencias con la droga, Quirona también escribe textos desde su experiencia drogada o la de otros.En “El infierno artificial” narra la historia de un adicto a la cocaína, sustancia que no le dejará en paz, aun después de muerto.Esa experiencia drogada y su cercanía con la muerte influyeron en sus relatos, en los cuales la muerte es una constante en personajes atormentados, igual que él.Fuentes:1. Herrero Gil, Martha, Las drogas en el imaginario de los modernistas hispanoamericanos. Conciencia de separación y búsqueda de la unidad, Universidad Complutense de Madrid, Tesis doctoral, Madrid, 2013, p. 301, recuperado de internet: <https://eprints.ucm.es/id/eprint/22366/1/T34648.pdf>

Volver a la Portada de Logo Paperblog