Revista Diario

La tentación de dejar de escribir en diciembre

Publicado el 07 diciembre 2015 por Isi Lpp
Una vez que empieza el mes de diciembre, y con la resaca del NaNo, es muy posible que aún estés escribiendo. O puede que, aún más probablemente, hayas dejado de hacerlo porque aguantar el ritmo todo un mes fue un esfuerzo demasiado grande y ahora, con las fiestas, puentes y demás días apetece menos ponerse a ello y surgen planes mejores.
Reconozco que, en mi caso, también hay un motivo de peso que a ratos me hace alejarme del folio y a ratos me atrae: la fecha del examen EIR se echa encima. De aquí al seis de febrero solo nos separa dos meses, un suspiro para todo lo que queda aún por mejorar y, a a vez, tiempo de sobra para ese último repaso clave. No os voy a aburrir tampoco demasiado con el tema, pero creo que os hacéis a la idea de la presión que tengo encima ahora.
En estos momentos que tengo ambas pulsiones debatiéndose en mi interior es cuando la tentación de dejar de escribir en diciembre se hace fuerte. Tengo una excusa demasiado buena para hacerlo y, hay que admitirlo, hay días que no consigues un rato para sentarte a unir dos palabras seguidas y tienes que sacar ese hueco de donde sea para cumplir la meta que te propusiste. Sin embargo, y esto es algo que me ha dado el NaNo, tengo una rutina, tengo un hábito, he conseguido encadenar bastantes días seguidos escribiendo aunque sea una frase (o maratones de dos mil palabras, mi gráfica del NaNo da fe de ello), así que romper la racha a estas alturas me da una mezcla de rabia y pereza inmensa por volver a retomarla. No quiero dejar de hacerlo, ahora que tengo esa costumbre en mí. No quiero perderla.
Por eso, aunque la tentación de dejar de escribir en diciembre sea fuerte, muy fuerte, la rebato con trabajo. Por poco que haga, aunque sea una frase, un puñado de ideas en las que trabajar más adelante o lo que surja, es un granito de arena más, un empujón moral porque no lo he dejado, he seguido con mi reto.
Una línea a diario. Revisar la página del día anterior y apuntar posibles correcciones. Corregir la historia que tienes pendiente desde hace meses. reescribir un párrafo que esté dando problemas. Anotar ideas a desarrollar. Trabajar en cosas pendientes. Hay mil posibilidades para hacer algo a diario, por pequeño que sea.
Os animo, pues, a que no dejéis de escribir este diciembre. Que se haya acabado el NaNo no significa nada, solo que se ha acabado una maratón de escritura y que tendréis material nuevo entre manos. Nada más. Ahora es un buen momento de anotar cuanto sea necesario para la futura corrección, por ejemplo. O para completar ese manuscrito, si con esos treinta días no han sido suficientes para concluirlo.

Volver a la Portada de Logo Paperblog

Revistas